Pocas veces una muestra de respaldo hacia un técnico y una idea fue tan contundente como la de los jugadores del América. El pasado 26 de agosto, la decisión de la salida de Lucas González estaba tomada. La barra brava se fue a apretar a la sede de Cascajal. Y los futbolistas, en medio de un ambiente hostil, con gritos y petardos de fondo, cerraron filas.
Ha pasado poco más de un mes desde entonces. Y en ese periodo, América no volvió a perder. Es más, empezó a construir una campaña en la que muchos de esos hinchas que vociferaban en contra del entrenador hoy se ilusionan con un título. Van siete triunfos y tres empates.
“Toda la tristeza que yo sentí al ver la frustración de los hinchas, que la expresa como el hincha siente que la expresa, en partidos como los de Copa con Nacional, como el de Medellín que jugamos en casa, al inicio del partido con Santa Fe, la verdad que lo que yo sentía era tristeza por ellos, porque no podíamos darles esa alegría que ellos se merecen”, dijo González el sábado, cuando América dio otra exhibición ofensiva, esta vez contra el Pereira, que lo puso a sufrir en el primer tiempo. Porque también hay que decirlo, este equipo parece invitar a que lo ataquen.
La derrota 4-3 contra Junior en Barranquilla marcó la campaña. Ahí hubo que ajustar algunos temas defensivos, porque la fase ofensiva en América es buena. No depende de un solo goleador (han marcado nueve jugadores diferentes), pero todos han aportado una buena cantidad de anotaciones: seis de Adrián Ramos, cinco de Andrés Sarmiento y Cristian Barrios, cuatro de Edwin Cardona, tres de Víctor Ibarbo, dos de Facundo Suárez, Luis Mosquera y Jáder Quiñones y uno de Edwin Velasco.
“Ese es uno de los mensajes que enviamos desde el minuto uno. El fútbol es un deporte colectivo, por definición los jugadores necesitan de sus compañeros, nadie puede solucionar los problemas por sí mismo y, de entrada, un jugador necesita mínimo de seis compañeros porque o sino el reglamento no te permite iniciar. Cada mensaje que enviamos y cada vez que tenemos la oportunidad les hacemos ver a ellos que el equipo está por encima de todo”, agregó el técnico.
Los defectos que tiene que corregir América
No es un equipo perfecto. Ninguno lo es. Aún América tiene algunas grietas que González debe tapar. Sigue siendo vulnerable, en parte por la composición defensiva del equipo, en el que la prioridad por el juego ofensivo obliga a tomar riesgos.
Pereira las aprovechó, primero, con un balón en medio de los centrales que encontró un goleador de emergencia, el central Diego Hernández, y luego, en la pasividad para tomar un rebote luego de un tiro libre. Jeison Suárez, que había pateado, tuvo tiempo de recuperar, acomodarse y meterla, también con algo de suerte, porque la pelota pegó en un rival.
Claro, la suerte también juega a favor. Un error del arquero Aldaír Quintana le permitió marcar el cuarto tanto, cuando Pereira se ilusionaba con el empate.
“Estamos disfrutando de este momento, sabemos que al comienzo nos tocó duro, a todo el plantel, nos estaban dando como el peor equipo del fútbol colombiano. Creo que varios compañeros lo dijeron en rueda de prensa, que creyeran en el proyecto del profe y aquí estamos”, dijo Cristian Barrios, el autor de ese cuarto tanto. Este América fuerte en ataque es candidato.
José Orlando Ascencio
Subeditor de Deportes
@josasc