Los nobles asturianos, en colaboración con la Federación de asociaciones de sordos y la Universidad de Oviedo, regalan a la heredera su seña por su 18.º cumpleaños
La Princesa Leonor y la Infanta Sofía ya tienen su propio signo personal para ser identificadas entre las personas sordas. En una descripción sencilla, el de la primera tiene la forma de la L mayúscula, la primera letra de su nombre, mientras que el de Sofía es similar al signo de Asturias pero «más sutil, cerca de la boca, para expresar la relación íntima con la tierra de su madre», explicó Leticia Fernández, encargada de presentar esta misma tarde en Oviedo las señas ante los socios de la Federación de Asociaciones de personas sordas (Fesopras) de Asturias. El Cuerpo de la Nobleza hizo tal encargo al equipo de investigación «Mis Manos Hablan» de la Universidad de Oviedo, con motivo de la mayoría de edad de Leonor.
Ahora, tanto ella como su hermana ya tienen su propia identificación en la lengua de signos. «Queríamos algo serio, riguroso y por eso recurrimos al equipo de la universidad», señaló Manuel Ruiz Bucesta, secretario del Cuerpo de la Nobleza de Asturias.
Paula Fernández, presidenta de la Fesopras, destacó la «importancia» de trabajar en la difusión de la lengua de signos y el gran impulso que supone la relación con la Familia Real. «Ha sido un encargo muy especial», describió. La federación recogió ideas y sugerencias entre todos sus integrantes para crear los signos de Leonor y Sofía, que ahora ya tienen su «nombre propio, su identificación» en la lengua de signos. «Si lo vemos en los medios de comunicación, recordaremos ya a quién se refieren», señaló Paula Fernández.
Alejandro Rodríguez, director del departamento de Ciencias de la Educación de la Universidad de Oviedo, habló en nombre del equipo de investigación de «Mis Manos Hablan», constituido por personal docente e investigador de la Universidad de Oviedo, personas sordas, intérpretes de Lengua de Signos Española (LSE) y técnicos audiovisuales. Tuvo unas palabras de agradecimiento para todos sus compañeros –Aránzazu Valdés González, Javier Martín Antón y Emilio Álvarez Arregui, entre otros- y recalcó la importancia de la lengua de signos.
Fue al final del acto cuando se desveló el misterio: cómo se dice Leonor y Sofía en LSE. Leticia Fernández, vicepresidenta de Fesopras, se encargó de representar las señas, que automáticamente fueron reproducidas por todos los presentes en el auditorio, en el que se encontraba el rector de la Universidad, Ignacio Villaverde; la directora de comunicación de la Fundación Princesa de Asturias, Nuria Ramos; Sabela Quintas, directora del área de sanidad y política de la Delegación de Gobierno en Asturias; y la edil ovetense Sonsoles Peralta, entre otros.
