Una de las promesas que hizo el presidente Gustavo Petro en campaña el año pasado fue profesionalizar el servicio diplomático en Colombia. Sin embargo, algunos cuestionados nombramientos que ha hecho en su Gobierno en las misiones en el exterior han alejado el cumplimiento de dicho compromiso.
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De acuerdo con datos del portal Diplomacia Abierta, que les sigue el rastro a las movidas de la Cancillería, con corte al 1 de septiembre, apenas 12 de los 44 nombramientos que ha hecho el jefe de Estado en embajadas son funcionarios de carrera.
El representante David Racero, quien en la administración del expresidente Iván Duque fue muy crítico de los nombramientos de personas que no contaban con esta carrera diplomática, dio a conocer este 20 de septiembre un proyecto de ley que busca que mínimo el 80% de los embajadores sean de carrera.
El expresidente de la Cámara de Representantes, David Racero.
César Melgarejo. EL TIEMPO
De acuerdo con el congresista del Pacto Histórico «la promesa de cambio debe hacerse realidad y quedar plasmada en leyes. Proponemos al Congreso legislar para contar con un servicio exterior profesional».
Racero señaló que con el proyecto pretenden aumentar de 20% a 80% el porcentaje mínimo de embajadores que hagan parte de la carrera diplomática. Por otro lado, señaló que «disminuir la proporción de cargos de libre nombramiento y remoción fortalece el servicio exterior».
Esta es una de las figuras más utilizadas en la Cancillería para poder nombrar a funcionarios que no necesariamente tienen experiencia diplomática, pero sí en otros ámbitos.
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En la iniciativa también se propone cambiar los requisitos para que los embajadores tengan mínimo las mismas calidades que aquellas personas que ingresan a la carrera diplomática. Es decir, se les pediría: ser colombiano de nacimiento y no tener doble nacionalidad; poseer un título universitario oficialmente reconocido por un establecimiento de educación superior; tener definida la situación militar y hablar y escribir correctamente, además del español, otro idioma de uso diplomático.
Finalmente, el representante puso sobre la mesa la propuesta de hacer un ajuste en la ley «para ahorrar gastos innecesarios (más de 3.000 millones de pesos anuales)» en consulados como los de Miami, Nueva York y Madrid, los más importantes para Colombia.
Embajadores de Colombia en América.
«Una carrera diplomática y consular más profesional y austera fue la promesa del cambio», señaló.
Aura Saavedra
REDACCIÓN POLÍTICA
