El último Messi vs. Cristiano: un guiño a la nostalgia

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El último Messi vs. Cristiano: un guiño a la nostalgia

El "Yo fui contemporáneo al Messi vs. Cristiano" será un motivo de orgullo. El pecho se nos inflará frente a las futuras generaciones que nos preguntarán con profunda admiración por la rivalidad futbolística más grande la historia

Por Emmanuel Rondón

Jueves, 19 de enero de 2023 a las 13: 29
Jueves, 19 de enero de 2023 a las 13:29
El delantero del PSG Leo Messi (i) disputa el balón con el delantero del Riyadh XI, Cristiano Ronaldo, durante el partido amistoso que se juega este jueves en Riad (Arabia Saudí) entre el Riyadh XI y el Paris Saint-Germain. EFE

El abrazo en la mitad de la cancha entre los dos jugadores más dominantes de la historia era el preludio de lo que avecinaba: un espectáculo nostálgico. Messi y Cristiano, esos dos futbolistas que estuvieron en la cima durante más de una década, que se retroalimentaron en una competencia sin precedentes, que llevaron adelante una rivalidad voraz e histórica, se veían las caras una vez más en Arabia en un partido sin importancia deportiva pero con un gran interés emotivo.

Sobra mencionar que ninguno de los dos tiene algo qué demostrar. Ambos están consagrados y completos, especialmente Leo, que alcanzó la cima del mundo hace poco más de un mes en Qatar. Y Ronaldo, aunque atraviesa la etapa más dura de su carrera, lejos de la élite, ya tiene asegurado su lugar entre los más grandes de todos los tiempos. Aún así, estas dos bestias competitivas se encargaron de regalar al mundo 'Último Baile' entre ambos. Un guiño a sus inolvidables duelos en España, cuando uno llevaba la 10 del Barcelona y el otro el 7 del Madrid. Días en los que fuimos muy felices y hoy extrañamos sin dudas. 

Todavía se recuerda con enorme nostalgia la carrera de Messi por semis de Champions. O el gran salto de Cristiano por Copa del Rey tras centro de Di María para que el Madrid venciera al Barcelona de Pep. ¿Qué me dicen del "Calma, calma" en el Camp Nou o el gol sobre la hora de Leo mostrando "el diez" en el Bernabéu? 

Las finales de Supercopa, las exhibiciones cada tres días de ambos por LaLiga mientras competían por el Pichichi, los duelos por Copa del Rey; la etapa de la MSN contra la BBC. Todo ello, aunque sin darnos cuenta, vive en nuestras memorias. Algunos necesitan rememorarlas en YouTube, otros decidimos por pura convicción recordar haciendo un duro ejercicio de memoria. Otros, más pequeños, tendrán que conformarse por vivir esta rivalidad a través de los registros históricos. Muy pronto, en unos pocos años, nos pareceremos a nuestros padres y abuelos que nos presumen con sonrisa picarona que pudieron disfrutar a Maradona, Pelé o Cruyff. 

El "Yo fui contemporáneo al Messi vs. Cristiano" será un motivo de orgullo. El pecho se nos inflará frente a las futuras generaciones que nos preguntarán con profunda admiración por la rivalidad futbolística más grande la historia. Un regalo eterno. 

De hecho, el primer duelo de la noche en Arabia no fue otro que Cristiano yendo a marcar a Leo. Como si el portugués le dijera al rosarino: "Ojo, no te regalaré nada. Quiero ganarte". Inmediatamente el 30, aceptando el reto de su némesis, marcó el primer tanto del partido a pase de Neymar. Una definición sencilla, práctica y bella. Como casi todos los movimientos del capitán de la Sección Argentina. 

Pero el liderazgo del espectáculo hoy lo llevaba Cristiano. Muchos ojos hoy volvían a estar sobre sus hombros por el morbo que implicaba ver al portugués siendo protagonista del fútbol exótico. Y éste respondió con lujos, remates, presiones y una actitud competitiva que inspiraba a su equipo, las estrellas de Riyadh. Si bien los movimientos del luso están lejos de ser los de su prime, su aura ganadora sigue siendo suficiente para dominar e imponerse a cualquiera que tenga en frente. Al menos en este contexto. 

Por ello Navas, quien por fin volvió a ver minutos con los parisinos, falló su salida impactando en el rostro a Cristiano y cometiendo un claro penal que recuerda al de Argentina ante Polonia en Qatar 2022. Ronaldo lo cambió por gol y empató las acciones a los 34'. El partido pasó de ser un monólogo parisino, con Messi, Neymar y Mbappé jugando a placer, a una pelea callejera de ida y vuelta. 

En el transcurso del primer tiempo, Bernat se fue expulsado por cortar una ocasión clara de gol para los locales, y Mbappé se encargó de asistir a Marquinhos para el 1-2. Minutos después, Neymar destrozó a Al-Bulayhi en el área y ganó un penal que posteriormente fue atajado por Mohammed Al-Owais.

Entonces, el aura ganadora de Cristiano, que siempre aparecía en las noches importantes, volvió a manifestarse en el ocaso del primer tiempo. Un cabezazo suyo impactó el metálico y cuando Ramos buscó despejar el peligro, una pifia amateur le generó otra oportunidad al luso, que remató la bocha suelta con alma y vida superando la oposición de Keylor e igualando las acciones en un primer tiempo parejo y a la altura de las expectativas.

El segundo tiempo fue similar, pero ya sin el encanto del primero, pues Cristiano y Messi no fueron protagonistas. Hubo rápidamente tres goles más. Uno de Ramos, tras jugadón de Mbappé, que marcó otro de penal; y en el medio el 3-3 del japonés Hyun-Soo. Luego las estrellas salieron reemplazas, todas, a los 60'.

Sin Messi, Cristiano, Neymar, Mbappé y el resto en cancha; el desarrollo se convirtió en trámite. El 5-3 parcial y 5-4 final fueron obras de Hugo Ekitike y Anderson Talisca respectivamente. Acciones anecdóticas, porque lo verdaderamente importante hoy fue el guiño nostálgico a nuestra infancia que nos regalaron Cristiano y Messi hoy. El agradecimiento será de por vida. 

Emmanuel Rondón

Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes. 

Emmanuel Rondón

Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.