Con la reciente coronación de Argentina en la Copa del Mundo Qatar 2022, el debate entre quién es el futbolista más grande de la historia se reavivó. Hay muchos nombres a considerar: Pelé, Di Stefano, Cruyff, entre otros grandes; pero hay dos argentinos que resuenan por encima de casi todos: Diego Armando Maradona y Lionel Andrés Messi.
Durante la última década y media, Messi se ha encargado de batir todos los récords posibles a nivel individual y ganar también todos los títulos habidos y por haber en sus equipos. Con la conquista mundialista, saliendo figura indiscutida del torneo además, Leo completó su círculo deportivo. No le falta absolutamente nada por ganar o demostrar.
Sin embargo, para muchos Messi todavía no es el más grande de la historia, y muchos aún posicionan a ‘El Diego’ por encima del actual capitán argentino. Esto se debe a que muchos consideran que “más grande” no se limita a una cuestión de títulos o éxitos individuales, sino también a una cuestión de trascendencia histórica y legado.
Ahora, ¿no es acaso el legado de Messi mucho más grande que el de Maradona a nivel deportivo y moral? Repasemos.
Messi y una carrera inigualable
Leo Messi, en números, mantiene una diferencia abismal con Maradona. Más goles y pases a gol tanto en clubes como selección, más títulos colectivos a nivel clubes, más reconocimientos individuales e, incluso, mejor palmarés con la selección de Argentina (Maradona jamás levantó una Copa América o una medalla dorada en juegos olímpicos).
Es una realidad, pero con Maradona importa y mucho el relato. Diego ganó un título Mundial con Argentina haciéndole dos goles históricos a los ingleses en medio de la Guerra de las Malvinas, uno catalogado como 'El gol del siglo' y otro como ‘La mano de Dios’.
Asimismo, Maradona se hizo grande el Sur de Italia con el Napoli, desafiando la hegemonía futbolística del norte de ese país. Un logro que lo convirtió en un mito en tierras napolitanas.
No obstante, Messi no se queda atrás. El argentino logró cambiar la historia del FC Barcelona, un club ciertamente grande en España, pero que estaba a años luz de su rival, el Real Madrid.
Durante la era Messi, los culés redujeron la brecha notablemente con los merengues en historial de clásicos, títulos e incluso relevancia global como institución. Y lo hizo con diferentes técnicos y planteles, algunos mejor equilibrados y potenciados que otros. Un mérito bárbaro considerando, especialmente, los últimos años del argentino en Barcelona donde básicamente él fue el sostén de un equipo que se caía a pedazos.
Asimismo, Messi tiene una historia muy particular con Argentina, una de redención.
A Messi se lo criticó mucho en su país de origen por no poder conseguir títulos con la absoluta y no tener buenos rendimientos en las finales disputadas. Sin embargo, a pesar de una breve renuncia de por medio luego de la final perdida en 2016 ante Chile, jamás se rindió y consiguió tres títulos colectivos rompiendo una sequía de décadas en medio de una severa crisis política, económica y social para el país sudamericano.
El Mundial de Maradona se consiguió 8 años después del primero con Kempes en el 78. El de Messi fue 36 años más tarde. Y con Copa América y la Finalissima de por medio. El legado histórico es similar, pero en lo deportivo es mucho más valioso lo de Messi.
Mucho más tiempo en la élite
Si bien el talento de Messi y Maradona es muy similar —ya cada quien elegirá según su preferencia futbolística—, Lionel pudo mantenerse en la cima mucho más tiempo que Diego.
Messi no solo pulverizó todos los récords y ganó todos los títulos, sino que fue una bestia competitiva disciplinada que fue evolucionando y mejorando con el correr de los años. Del Messi explosivo y letal entre 2007 y 2014, al Messi creativo y global del 2014 al 2019.
Y cuando todos decían que Leo empezaba a bajar sus cualidades como jugador, apareció el Messi más inteligente y líder de todos los tiempos. Un jugador capaz de vencer a bestias físicas a fuerza de talento, inteligencia y potrero.
Sí, capaz el Maradona del 86 fue el jugador que mejor jugó un torneo de fútbol, pero ese futbolista duró muy pocos años. Y eso se debe a que uno fue mucho más disciplinado, competitivo y enamorado por el juego que el otro.
Ejemplo moral
No soy de las personas que juzgan a los deportistas y artistas por su vida privada. Pero, al momento de compararlas, el legado moral que deja cada uno es un ítem valioso a considerar.
El Maradona jugador fue maravilloso, pero cómo ser humano, en muchos aspectos dejó mucho qué desear. Y esto va más allá del tema de las drogas, en general, la vida del Diego fue muy desastrosa y en varios pasaje inmoral.
Maradona, quien decía apoyar a los pobres y trabajadores, apoyó políticamente tiranías socialistas y se enriqueció del régimen de Maduro. Eso es, desde todo ángulo, inaceptable e imperdonable.
Messi, en cambio, ha sido un ejemplo a seguir como deportista, padre y ser humano. Casi ningún escándalo en casi dos décadas de carrera. Un ejemplo moral para un mundo carente de figuras trascendentes. Incluso, recientemente, el capitán de la Argentina demostró mucha dignidad al no dejarse utilizar políticamente por el actual mandatario, el izquierdista Alberto Fernández, quien invitó a los campeones del mundo a asistir a la casa presidencial, pero finalmente no asistieron y decidieron celebrar en las calles con el pueblo argentino.
Un ejemplo quizás tonto, pero que diferencia a ambos, es el tatuaje que tiene cada uno en su brazo. Maradona tiene al Che Guevara, un asesino declarado. Messi tiene al Sagrado Corazón de Jesús.
Es injusto, ciertamente, pedirles a los jugadores que sean faros morales. No es su trabajo. Pero si hay que evaluar a quién es el más grande, evidentemente su legado como ser humano debe ser considerado. Y el de Messi es excepcional, todo lo contrario al de Maradona.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.