Samba, jogo bonito y alegría: la Brasil de Tite disfruta

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Samba, jogo bonito y alegría: la Brasil de Tite disfruta

Este selección de Brasil asusta sonriendo. Cuando el modo carioca está activado, solo un equipo puede hacerle frente, y es de color albiceleste

Por Emmanuel Rondón

Lunes, 05 de diciembre de 2022 a las 16: 47
Lunes, 05 de diciembre de 2022 a las 16:47

¿Hacía cuánto tiempo que no veíamos a Brasil divertirse en una Copa del Mundo? Es un pensamiento que aflora luego de esos primeros 30' de alegría y espectáculo que ofreció la selección de Tite ante Corea del Sur. Tacos, paredes, lujos y goles. Cuatro, para ser precisos. Vinicius, Neymar, Richarlison y Paqueta. En ese orden. Uno más lindo que el otro, incluso el del diez, que fue de penal, donde el arquero surcoreano quiso mostrar cintura y terminó humillado en el piso lejos de la pelota. Un 4-1 que pudo ser muchísimo peor para el equipo asiático.

Pero, de vuelta, ¿hace cuánto tiempo no se veía esa sonrisa de fiesta y carnaval en una cita mundialista? En Rusia 2018, si bien Brasil practicó un muy buen fútbol, todo fue más forzado. Había mucha tensión y obligación de borrar el histórico 1-7 a domicilio propinado por Alemania. En 2014, ni hablar. La 'verdeamarela'  no jugó ese torneo. Lo sufrió. Inició perdiendo en el debut, tuvo que lanzar penales contra Chile y ante Colombia perdió a Neymar por el infame rodillazo de Zúñiga. No hace falta aclarar qué ocurrió en las semifinales, la foto a continuación refrescará la memoria de todos. 

 

Entonces, inequívocamente, hay que ir a Sudáfrica 2010. Al primer tiempo contra Holanda. Ese Brasil sonreía, jugaba lindo y disfrutaba. Estaban en ese proceso de dominar el Jabulani cuando, de repente, los holandeses clavaron dos goles fuera de contexto en un ráfaga furiosa en la segunda mitad. Sonrisa borrada. En 2006 ocurrió algo similar, y fue Zidane, en una actuación histórica, el que bailó más que los brasileros. Es 'zizou', por cierto, uno de los pocos que puede llamarse 'padre' futbolístico de los brasileros, les ganó una final del mundo y luego los eliminó solitos con 34 años sobre sus hombros. 

2002 fue el último Mundial donde Brasil sonrió de principio a fin. Con un equipo invencible y un Ronaldo sano e intratable. Qué lindo era ver al mejor 9 del mundo gambeteando, haciendo goles y destrozando defensas. Lo que hubiese sido su carrera si no era por las lesiones. Entre tanta nostalgia, hay que decirlo, esta Brasil, donde hasta el conservador Tite baila y se suma al modo carioca, recuerda a los mejores 'Scratch' de la historia en cuanto a superioridad. 

Partiendo de la base defensiva, donde Alisson emerge como un arquero top-5 global y sus zagueros más Casemiro conforman un tridente infranqueable, hasta su temible delantera y fondo de armario que le permite a Tite sumar una cantidad de estrellas y variantes que no está al alcance ni de Francia. 

El resumen de la superioridad brasilera es el tercer gol ante Corea. Juan Pablo Varsky, laureado analista argentino, dio en el clavo calificando el tanto como "un comercial de Nike". Realmente lo fue. Como si estuvieran practicando fútbol playa. Richarlison hace la 'foquinha' en el inicio y luego triangula en espacios reducidos con Marquinhos y Thiago Silva (los defensores centrales) para hacer uno de los grandes goles de Qatar 2022. 

¿Hay alguien que pueda desactivar el modo carioca? Esa es la cuestión. En 2010 fue la dura Holanda, con Robben, Sneijder y tantos otros muy buenos futbolistas los que lo lograron. Pero la sensación y el contexto es muy diferente ahora. Porque Brasil está inspirado y recuperó a Neymar, quien está jugando para los amantes del fútbol, potenciando a todo lo que le rodea. Hubiese sido un golpe letal perder a Ney en fase de grupos, tras recibir 15 patadas serbias e irse con el tobillo lesionado. 

Es Neymar el que lidera este conjunto. El abrelatas, el sostén y la alegría. Para vencer a Brasil hace falta más que jugar bien, hay que hacer que ellos jueguen mal. Croacia es un hueso duro de roer, pero esta selección, por más competitiva que sea, no es la del 2018 que llegó a una final contra todo pronóstico. Argentina, en cambio, tiene los pergaminos necesarios para incomodar a Brasil. Lo demostró hace más de un año en el Maracaná. El fuego sagrado argentino puede contrastar el modo carioca. Sobre todo bajo la épica de tener al Messi más líder de la historia. El genio está inspirado y todo futbolero quiere un 'Clásico de las Américas' en semifinales. Pero el zorro viejo de Louis van Gaal tiene otros planes, ojalá no le resulte. 

Emmanuel Rondón

Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes. 

Emmanuel Rondón

Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes. 

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