Un reporte exclusivo del Wall Street Journal reveló que el Departamento de Justicia (DOJ) sopesó la idea de enviar al FBI a participar del registro de la residencia privada de Joe Biden en busca de documentos clasificados, pero finalmente decidió no hacerlo y confiar en la colaboración del equipo legal del presidente.
Según fuentes citadas por el WSJ, la decisión final se tomó "tanto para evitar complicar las etapas posteriores de la investigación como porque los abogados del Sr. Biden habían entregado rápidamente un primer lote y estaban cooperando".
El DOJ ha recibido múltiples críticas por su forma de abordar el caso de los archivos clasificados que se encontraban en posesión de Biden, con voces del Partido Republicano denunciando un doble rasero por parte de las instituciones de justicia.
"¿Por qué allanaron la casa del presidente Trump pero no la del presidente Biden? ¿Por qué el FBI tomó fotografías de los llamados documentos clasificados del presidente Trump pero no de los del presidente Biden? Los estadounidenses están cansados del doble rasero", escribió el martes el representante Jim Jordan (R-OH).
El primer lote de archivos clasificados descubiertos por el equipo de Biden se encontraban en una oficina privada en Washington D.C. de un think tank vinculado a China y a la Universidad de Pensilvania, el Penn Biden Center.
Esos documentos fueron encontrados aproximadamente una semana antes de las elecciones de medio mandato, pero el hallazgo recién se filtró a la prensa dos meses después, generando una gran controversia a nivel nacional.
"Después de que los abogados de Biden descubrieran el 2 de noviembre documentos clasificados que databan de su mandato como vicepresidente en una oficina que utilizaba en un think tank con sede en Washington, el Departamento de Justicia abrió una investigación para averiguar por qué y cómo habían llegado allí", informó el WSJ. "El equipo legal del Sr. Biden se preparó para buscar documentos similares en otras propiedades suyas, y discutió con el Departamento de Justicia la posibilidad de contar con la presencia de agentes del FBI mientras los abogados del Sr. Biden realizaban las búsquedas adicionales".
Sin embargo, el periódico explicó que las dos partes "acordaron que los abogados personales de Biden inspeccionarían las casas, notificarían al Departamento de Justicia tan pronto como identificaran cualquier otro registro potencialmente clasificado, y se encargarían de que las autoridades policiales se lo llevaran".
El equipo de Biden ha intentando desmarcar su caso de documentos clasificados con el del expresidente Donald Trump, quien sufrió un allanamiento en su residencia en Mar-a-Lago, Florida.
Según el equipo de Biden, la principal diferencia entre ambos casos es que el demócrata ha colaborado abiertamente con la justicia en estos meses, algo que supuestamente Trump no hizo.
Sin embargo, desde el conservadurismo denuncian que el caso de Biden es todavía peor, porque un presidente sí tiene potestad para desclasificar documentos y los archivos de Biden corresponden a su etapa como vicepresidente de Obama.
Según explicaron funcionarios y exfuncionarios de las fuerzas de seguridad al WSJ, el DOJ tiene razones de procedimiento para no involucrar al FBI en el caso de una forma temprana, ya que, "De ese modo, el Departamento de Justicia conservaría la capacidad de adoptar una línea más dura, incluida la ejecución de una futura orden de registro, en caso de que las negociaciones se volvieran hostiles".
La semana pasada, el fiscal general Merrick Garland asignó a un abogado especial para que investigue los documentos clasificados de Biden. Se trata de Robert Hur, un exfiscal superior de la administración Trump.
El nombramiento de Hur llegó tras la recomendación de John Lausch, fiscal designado por Trump en Chicago, que fue asignado por Garland para investigar el caso de los archivos en primera instancia. Garland estuvo de acuerdo con Lausch según los reportes de la prensa.
Si bien el equipo de Biden ha intentando desmarcarse de Trump y reducir la importancia de su caso, hay expertos que no están de acuerdo, como es el caso de John Fishwick, un exfiscal de EE.UU. para el Distrito Oeste de Virginia durante la administración de Obama que explicó al WSJ que el caso del presidente es problemático desde el momento en el que descubrieron los archivos y decidieron ocultárselo al público.
"Él es el presidente en ejercicio, no hay razón para que se guarde nada sobre esto", dijo el Sr. Fishwick. "Hace más difícil decir que son manzanas y naranjas, y socava el argumento de que eran diferentes".
Fishwick explicó que solo se supo de los documentos una vez salió en las noticias y, hasta ese momento, no hubo mayores detalles sobre la clasificación de los mismos, su contenido o el número de archivos hallados.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.