El estado estadounidense de Montana se convirtió en el último en una serie de territorios gobernados por conservadores en aprobar restricciones a los tratamientos de cambio de género para menores de edad.
El gobernador del estado, el republicano Greg Gianforte, ratificó una norma que prohíbe a los menores acceder a tratamientos de transición con hormonas o cirugía, al igual que hacen estados como Florida, Tennessee o Alabama.
Quince estados han prohibido o restringido ya por ley este tipo de tratamientos médicos. Los conservadores argumentan que las medidas tienen como objetivo impedir que los jóvenes tomen decisiones irreversibles de las que luego puedan arrepentirse.