Todo el mundo ahora habla del accidente químico en Ohio. Lo que había pasado casi desapercibido por los grandes medios de prensa, ahora es la noticia del momento. Usuarios en TikTok, Twitter, Facebook y principales redes sociales, a raíz de la poca información sobre el accidente, aprovecharon para tomar datos sueltos sin contexto y comenzar a decir que se trata del Chernóbil americano, aunque las autoridades han asegurado que los niveles de pureza tanto del agua como del aire están "normales". Por eso los residentes pudieron volver a sus hogares la semana pasada. Sin embargo, algo es cierto: las imágenes son crudísimas y el desastre pudo ser muy grave. Casi catastrófico. Y lo más curioso: una película lo predijo tal y cómo pasó.
Se trata de White Noise, un filme apocalíptico absurdo protagonizado por el talentosísimo Adam Drive que obtuvo varios reconocimientos internacionales y fue estrenado en Netflix en 2022.
La entrega es una adaptación de una novela del escritor americano Don DeLillo, que lleva el mismo nombre de la película, publicada en 1985, poco tiempo después de la catástrofe química de Bhopal (India), donde murieron miles de personas.
Las similitudes son casi aterradoras: el accidente químico real en Ohio ocurrió apenas semanas atrás, a principios de febrero, luego de que un tren se descarrilara en la ciudad de East Palestine, en la frontera con Pensilvania. Fueron unos 50 vagones descarriados que contenían consigo una serie de sustancias tóxicas, cancerígenas, muy peligrosas para la salud: cloruro de vinilo, fosgeno, cloruro de hidrogeno, monobutílico de etilenglicol, acrilato de etilhexilo e isobutileno.
Las fotos y vídeos del accidente son genuinamente impactantes. Las autoridades sanitarias, para controlar el impacto medioambiental, decidieron hacer una quema controlada de todas las sustancias químicas que generó una enorme una nube negra contaminando la ciudad por varios días. La operación funcionó, según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA), no obstante todavía hay preocupación por las consecuencias medioambientales futuras, además de las inmediatas que se pueden ver a simple vista: en los arroyos de la zona hay peces y ranas muertas; medios locales denuncian que la muerte de pollos, de perros y zorros; además, persisten los olores químicos en la ciudad, aunque la agencia EPA dice que es normal en este tipo de casos.
En el film, la ficción predijo la realidad: un catastrófico accidente de tren, en la misma ciudad en Ohio, generó un desastre químico que formó una nube tóxica obligando a la evacuación de los civiles.
Varios residentes de East Palestine, una ciudad obrera normalmente tranquila y alejada de la atención nacional, incrédulos por la similitud del accidente real y el de la película, contaron su experiencia a CNN.
Está el caso de Ben Ratner, de 37 años, quien se anotó para ser extra en la película y salió en varias escenas, una de ellas en plena evacuación de la ciudad con el tráfico desbordado. En otra, su padre lleva una chaqueta y un sombrero mientras cientos, con rostros desamparados, cruzan un elevado para salir de la ciudad, lejos de las toxinas en el aire.
El hombre, junto a su familia, tuvo que hacer exactamente lo mismo en la vida real en un día que describió como ajetreado y desesperante.
Ratner le dijo a CNN que la película fue tan similar al accidente real que intentó ver White Noise de nuevo, y no pudo terminarla. "De repente, me tocó demasiado de cerca", afirmó. "La primera mitad de la película es casi exactamente lo que está ocurriendo aquí".
No es el único residente de East Palestine que se siente así. Según Ratner, absolutamente todos los ciudadanos de la pequeña ciudad, de unos cinco mil habitantes, comparan los hechos entre la película y lo ocurrido el pasado 3 de febrero, cuando el tren de Norfolk Southern Railroad se descarriló por completo.
Algunos, incluso, hacen memes y bromean sobre la curiosa situación. Que no haya víctimas fatales ayuda a que las bromas no sean tan políticamente incorrectas.
Pero no es una broma y los residentes de East Palestine están muy preocupados. Quieren saber cuáles son las consecuencias futuras del accidente, qué tan contaminada está el agua, si el proceso de purificación funciona o si su ciudad será completamente habitable o afectará su salud al mediano o largo plazo. Por eso se planificó una reunión municipal para hablar de la catástrofe a finales de semana.
El alcalde de East Palestine, Trent Conway, dijo que foro municipal servirá para que los residentes puedan preguntar a los funcionarios sobre el descarrilamiento y su efecto en la comunidad.
Los expertos citados por los medios, al menos por el momento, intentan transmitir calma sobre la exposición a los productos tóxicos.
Dana Barr, profesora de salud ambiental de la Facultad de Salud Pública Rollins de la Universidad de Emory, dijo el cloruro de vinilo, la sustancia más peligrosa abordo del tren, es bastante inestable, y cuando hierve se evapora a temperatura ambiente, entonces su vida útil en el medio ambiente es poca.
"Si hubiera una cantidad muy pequeña de cloruro de vinilo en una zona, se evaporaría en cuestión de minutos u horas como máximo", dijo la experta a CNN. "Pero el problema al que se enfrentan aquí es que no se trata sólo de una pequeña cantidad, por lo que si no pueden contener lo que entra en el agua o lo que entra en el suelo, pueden tener esta continua emisión de gases de cloruro de vinilo que ha entrado en estas áreas".
"Probablemente me preocuparían más los productos químicos en el aire en el transcurso del próximo mes", afirmó.
No obstante, la situación es, cuanto menos, complicada para los ciudadanos en East Palestine. El fotoperiodista y productor de campo del Daily Wire, Carter Andrews, compartió en Twitter su experiencia visitando la pequeña ciudad en Ohio describiendo olores "horribles" y un olor químico que era tan "punzante y "fuerte" que sus ojos comenzaran a lagrimear.
"Después de que los trabajadores llamaran a la policía por filmar (dos veces), fuimos a una tienda de conveniencia y compramos máscaras faciales. en este punto, teníamos dolores de garganta, dolores de cabeza y náuseas", escribió en un tuit Andrews. "Los residentes están experimentando los mismos síntomas. algunos incluso reportaron erupciones, vómitos y diarrea. Mientras estábamos en el centro, pasaba un tren cada hora. Algo que nos dijeron los lugareños siempre ha sido una molestia habitual".
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.