Project Veritas, una de las organizaciones de noticias conservadoras más importantes del momento, está atravesando una crisis interna que involucra a su fundador, James O'Keefe, y a varios directivos "insubordinados" que están buscando la destitución del combativo activista.
De acuerdo con un reporte de la revista New York, publicado este miércoles, O'Keefe fue dado de baja con salario de Project Veritas (PV) generando incertidumbre sobre su futuro.
"James O'Keefe, el fundador y presidente del Proyecto Veritas, ha tomado una licencia con sueldo de la organización conservadora sin fines de lucro de medios de comunicación, mientras que su consejo considera si se le debe remover de su posición de liderazgo, de acuerdo con los empleados actuales y antiguos de la organización", informó la revista explicando que el director ejecutivo de la organización, Daniel Strack, envió un mensaje a los empleados del PV diciendo que O'Keefe se tomaría "unas semanas de merecido tiempo de descanso".
Los rumores sobre la posible destitución de O'Keefe generó mucho ruido interno en la compañía, una situación que luego se trasladó a las redes sociales donde el consejo de Project Veritas recibió múltiples críticas por lo que consideran una movida equivocada, ya que un núcleo importante de los seguidores y consumidores del PV consideran que O'Keefe es el rostro y alma de la organización.
"James O'Keefe, fundador y director ejecutivo de Project Veritas, ha sido puesto en licencia paga por la junta directiva de la organización mientras consideran retirarlo de su puesto de liderazgo. Project Veritas sin James O'Keefe no parece muy divertido, muchachos", escribió en Twitter el activista Ian Miles Cheong.
"No hay Project Veritas sin James O'Keefe. Digo esto como donante de la organización, pero más importante aún, como un colega que lo vio invertir todo lo que tenía en PV a lo largo de los años. El dinero y los seguidores seguirán a James", escribió la comentarista conservadora Candace Owens.
Las numerosas críticas llevaron a que Project Veritas emitiera un comunicado buscando tranquilizar las aguas. No lo lograron.
"Como todas las redacciones en esta etapa, el Consejo de Administración y la Dirección de Project Veritas están evaluando constantemente cuál es el mejor camino a seguir para la organización", decía en parte el comunicado que no mencionó, directamente, el caso de su fundador O'Keefe. "Hay más de 65 empleados en el Proyecto Veritas dedicados a continuar la misión de exponer la corrupción, la deshonestidad, el despilfarro, el fraude y otras malas conductas en las instituciones públicas y privadas. A nuestros seguidores: los escuchamos, nos importan y nunca nos rendiremos".
Las críticas continuaron. Mensajes como "James O'Keefe es Project Veritas" se multiplicaron en las citas y respuestas del comunicado y llegaron las versiones extraoficiales: hay un motín y una lucha de poder dentro del PV.
Según el reporte de la revista New York, "O'Keefe es la fuerza ideológica que guía a su organización y su rostro en pantalla, pero su estatus como gestor del día a día se ha vuelto incierto en medio de informes de agitación interna, demandas de antiguos empleados, filtraciones sobre su funcionamiento interno y una investigación federal sobre su conducta en la compra de un diario robado a Ashley Biden, la hija del presidenta".
La revista informó que Strack, en el memo interno enviado a los empleados, dijo que se había celebrado una reunión de la junta directiva para discutir "la salud de la organización" y que, si bien todavía no llegaron "a soluciones definitivas", sí tomaron "algunas decisiones inmediatas".
Entre esas decisiones estuvo la reincorporación de dos altos ejecutivos recientemente despedidos por O'Keefe: Barry Hinckley, antiguo director de estrategia; y Tom O'Hara, director financiero; que según versiones extraoficiales son dos de los líderes de la cruzada contra el fundador del PV.
Según un denunciante, antes de ser despedido, Barry Hinckley reclutó a 11 empleados del PV para que firmaran una carta declarando a "O'Keefe un 'tirano borracho de poder' que presumiblemente se envió a la junta directiva de PV en un esfuerzo por expulsarlo de la empresa".
Ahora ambos ejecutivos estarían teniendo una fuerte influencia sobre el resto de la junta, que está evaluando seriamente la destitución de O'Keefe.
Una fuente familiarizada con el caso le dijo a la revista New York que la decisión sobre el despido de O'Keefe será tomada el próximo viernes, en una reunión programa por el consejo de Project Veritas.
Este caso llega en el mejor momento de la historia de Project Veritas, justo cuando la organización publicó una investigación donde muestran en cámara oculta al director de Investigación y Desarrollo de Pfizer, Jordon Trishton Walker, admitiendo que la farmacéutica estaba evaluando formas de manipular el virus COVID-19 para el beneficio económico de la compañía mediante la fabricación de vacunas.
Todavía James O'Keefe no ha hecho declaraciones públicas y sus redes sociales permanecen en silencio.
Esta es una noticia en desarrollo
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.