El FC Barcelona no pasó del empate a dos en Son Moix y dejó abierto el liderato, que podría recaer en manos del Girona.
No siempre se puede ganar en el último minuto. El Barça obró el milagro frente al Celta, pero se quedó a medio camino contra un Mallorca muy serio durante todo el encuentro, pero que sigue sin conocer la victoria en casa.
Los blaugranas, con rotaciones en el once, volvieron a encajar dos goles por segundo partido consecutivo y la desazón por los problemas en la zaga están tomando un cariz mayor. Hasta este partido, el Mallorca no había metido ni un gol en Son Moix. Hoy, por partida doble.
Y no es un problema puntual. Los de Xavi ya suman ocho goles en contra, la peor cifra entre los seis primeros clasificados y, por ejemplo, el doble que la UD Las Palmas, decimoséptima.
Un dato que conmueve
En la jornada 7, el Barça ya ha encajado 8 goles, los mismos que concedió en las 25 primeras fechas del curso anterior.
El muro defensivo y la seguridad en la portería -de donde surgió el primer gol del Mallorca- han desaparecido. Los azulgranas solo han sido capaces de no recibir un tanto frente a Getafe, Cádiz, Betis y Amberes. Y solo contra el conjunto azulón lo consiguieron fuera de casa.
El amuleto del Barça
Cada vez que Raphinha marca, los culés no pierden. El brasileño fue de la partida por primera vez en liga desde su expulsión en el Coliseum Alfonso Pérez durante la primera jornada y justificó su titularidad con un gol en el minuto 41, que entonces suponía el empate a uno.
En los doce partidos donde el internacional carioca ha visto puerta vistiendo los colores del conjunto blaugrana, su equipo ha firmado diez victorias y dos empates. El otro duelo que terminó en tablas fue el de la ida de los octavos de final en la Europa League frente al Manchester United. Raphinha anotó el 2-2 en la recta final del choque.
Además, contra el Betis participó en la ‘manita’ del Barça marcando el cuarto gol de la noche en Montjuïc.
Se acabaron dos rachas
El Barça ha sido históricamente la peor pesadilla para el Vasco, que llegaba a este encuentro con quince derrotas consecutivas ante el elenco catalán. El técnico mexicano rozó la victoria, aunque finalmente tuvo que conformarse con el empate, que no le da mucho oxígeno en la zona baja de la tabla, pero, al menos, pone fin a ese macabro récord negativo.
Por otro lado, los culés encaraban este partido con la intención de lograr su duodécima victoria consecutiva ante el Mallorca. La última vez que los bermellones habían impedido un triunfo azulgrana era en octubre de 2010, un encuentro que empataron a uno en el Camp Nou. Para rememorar la victoria más reciente nos tenemos que ir hasta mayo de 2009, en la jornada 36, con el FC Barcelona ya campeón y los de Palma en mitad de la tabla.
