El Fondo Monetario Internacional respaldó este jueves las políticas implementadas por el nuevo gobierno del presidente ultraderechista argentino Javier Milei y destacó que están orientadas a estabilizar la crítica situación económica que atraviesa la nación sudamericana, frenar la inflación y proteger a los sectores más vulnerables.
El apoyo fue expresado en una conferencia de prensa que ofreció la directora de comunicaciones de la organización financiera, Julie Kozak, un día después de que el FMI y el gobierno de Milei anunciaron un acuerdo para reflotar un programa de refinanciación de un multimillonario préstamo que fue otorgado en 2018 y había sido suspendido por incumplimientos del anterior gobierno, que dejó el poder en diciembre de 2023.
“La nueva administración ya está implementando un ambicioso plan de estabilización”, expresó Kozak en la conferencia desde la sede del FMI en Washington, que fue transmitida en vivo por internet.
“Este plan se basa en grandes acciones iniciales de consolidación fiscal para reabastecer las reservas internacionales, corregir desajustes de precios relativos, fortalecer el balance del banco central y crear una economía más simple, basada en reglas y orientada al mercado”, añadió.
La actividad económica nacional enfrentó una fuerte paralización por la pandemia y una sequía histórica.
La economía argentina fue una de las que más golpeadas en la región en 2023, con una contracción del -2,5 % de su Producto Interno Bruto. El Banco Mundial espera que este año la actividad repunte gradualmente y proyecta un crecimiento del 2,7 % para 2024.
De acuerdo con estimaciones de economistas independientes, la inflación habría ascendido a cerca del 200 % en 2023, y el 40,1 % de los 46 millones de argentinos estarían en situación de pobreza.
Poco después de haber asumido en el poder el 10 de diciembre de 2023, Milei puso en marcha un plan de ajuste y desregulación para aliviar la intervención estatal que había marcado el anterior gobierno del presidente Alberto Fernández.
Entre las nuevas medidas hay recortes del gasto público para disminuir el déficit fiscal, incluyendo miles de despidos en la administración pública y la reducción de subsidios al transporte público y el sector energético.
Esto implica un impacto en la población, con aumentos de boletos de trenes y autobuses, y de las tarifas de gas y electricidad.
El acuerdo con el FMI representa el relanzamiento del programa financiero de 44.000 millones de dólares que había sido firmado seis años atrás y fue suspendido en la segunda mitad de 2023 debido al incumplimiento de las metas que se habían estipulado.
Ahora, queda que sea aprobado por la junta ejecutiva del FMI para que Argentina pueda acceder a unos 4.700 millones de dólares que serían destinados a vencimientos de capital en los próximos meses.
Los entendimientos pautados por ambas partes incluyen un conjunto reforzado de políticas para restaurar la estabilidad macroeconómica y “una ampliación de la asistencia social” para proteger a los más vulnerables, dijo Kozak, y añadió que más detalles serán revelados próximamente en un informe específico del FMI sobre el país.
Entre las metas pautadas, el gobierno se comprometió a tener reservas equivalentes a 10.000 millones de dólares para finales de 2024, y un superávit fiscal de al menos 2 % del PIB.
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