Las fuerzas armadas estadounidenses han llevado a cabo dos avanzadillas contra fuerzas respaldadas por Irán y sus instalaciones en Irak desde el lunes, según el Comando Central de Estados Unidos.
En un comunicado, el comando reportó que aviones de combate de EEUU lanzaron «ataques de precisión contra dos instalaciones en Irak» durante las primeras horas del miércoles, hora local, que fueron «en respuesta directa a los ataques contra Estados Unidos y las fuerzas de la coalición por parte de Irán y grupos respaldados por ese país.
Los ataques estadounidenses tuvieron como objetivo un centro de operaciones y otro de mando y control utilizado por el grupo militante respaldado por Irán Kataib Hizbulá cerca de Al Anbar y Jurf al-Saqr, dijo un funcionario de defensa a la Voz de América.
Las fuerzas de Kataib Hizbulá estaban presentes en las dos instalaciones, que según el funcionario de defensa habían apoyado ataques recientes contra bases de Estados Unidos en Irak y Siria. Las primeras evaluaciones apuntan a que al menos seis militantes murieron en los dos ataques, añadió el funcionario.
El lunes, las fuerzas estadounidenses atacaron y mataron a representantes respaldados por Irán que anteriormente habían lanzado un misil balístico de corto alcance contra la base aérea de al-Asad en Irak.
Fue la primera vez que se lanzó un misil balístico contra las fuerzas estadounidenses en Medio Oriente desde que comenzó un aumento de los ataques el 17 de octubre, y la primera vez que éstas contraatacaron desde Irak.
El ataque del lunes respaldado por Irán marca una escalada con respecto a hechos como estos del mes pasado, ya que los misiles balísticos pueden ser más poderosos y transportar cargas útiles más destructivas que los cohetes y drones utilizados en incidentes anteriores.
El Comando Central de Estados Unidos dijo que el ataque con misiles balísticos causó heridas a ocho miembros del personal estadounidense y daños menores a la infraestructura.
El Pentágono dijo que las fuerzas estadounidenses pudieron localizar un vehículo de la milicia respaldada por Irán y varios miembros del personal involucrado en el ataque. Luego, la tripulación de un helicóptero AC-130 llevó a cabo un “ataque de autodefensa” en represalia, matando a tres combatientes enemigos.
Los grupos respaldados por Irán han atacado a las fuerzas estadounidenses en Irak y Siria al menos 150 veces desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo, dijeron a la VOA dos funcionarios de defensa estadounidenses. Desde el 17 de octubre se han producido más de 60 ataques con cohetes y drones contra fuerzas estadounidenses.
La mayoría de esos ataques fueron interrumpidos por el ejército estadounidense o no lograron alcanzar sus objetivos, sin causar víctimas ni daños a la infraestructura, según el ejército.
Pero un puñado de ataques han herido a decenas de militares estadounidenses. Van desde lesiones cerebrales traumáticas hasta tímpanos perforados y lesiones menores causadas por la metralla. Las autoridades dicen que los heridos ya han regresado a sus tareas.
Un contratista estadounidense en la base aérea de Al-Asad en Irak sufrió un episodio cardíaco y murió mientras se refugiaba en el lugar durante una falsa alarma de un ataque aéreo.
Además del ataque AC-130 en Irak, aviones de combate estadounidenses han llevado a cabo tres rondas de ataques contra cuatro instalaciones utilizadas por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán y sus grupos proxy en Siria.
Oriente Medio ha sido un polvorín desde que Hamás, respaldado por Irán, lanzó un ataque contra Israel el 7 de octubre, matando al menos a 1.200 personas y tomando como rehenes a unas 240. Los ataques de represalia y la ofensiva terrestre de Israel han causado miles de muertes.
Estados Unidos ha aumentado su presencia en la región para proteger a sus aproximadamente 2.500 soldados en Irak y 900 en Siria y para disuadir a actores malignos, incluidos Irán, los hutíes, Hezbollah y otras milicias apoyadas por Irán, de expandir el conflicto entre Israel y Hamás.
Una serie de ataques de militantes respaldados por Irán en marzo mató a un contratista estadounidense en Siria, causó lesiones cerebrales traumáticas a 23 militares e hirió a 25 militares estadounidenses, según el Pentágono.
El Pentágono respondió con ataques aéreos contra instalaciones respaldadas por Irán en Siria, muy similares a los llevados a cabo por las fuerzas estadounidenses en las últimas semanas.
La última vez que Irán o sus representantes respaldados por Irán utilizaron misiles balísticos contra las fuerzas estadounidenses en Irak fue en 2020, tras un ataque estadounidense en Irak que mató a Qassem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds de élite de Irán.
