El gobernador de Florida y potencial candidato presidencial en EE.UU., Ron DeSantis, destacó hoy la necesidad de "disuadir" para prevenir un posible conflicto en el estrecho de Taiwán, en una entrevista concedida al diario nipón Nikkei durante su visita a Tokio.
"El objetivo debería ser disuadir para evitar que suceda un conflicto militar", dijo DeSantis, quien concluye este martes su visita de dos días a Japón, la primera parada de una gira que también lo llevará a Corea del Sur, Israel y el Reino Unido, y que está centrada en materia comercial.
"Si Xi Jinping piensa que el coste de lanzar algún tipo de acción militar es mayor que cualquiera de sus beneficios, entonces no veremos que eso suceda", señaló DeSantis en alusión al presidente chino.
El gobernador de Florida no quiso pronunciarse sobre si apoyaría una intervención militar estadounidense en el hipotético escenario de un ataque chino sobre la isla autogobernada, en contraste con lo expresado por el presidente Joe Biden, quien ha apuntado a que EE.UU. defendería a Taiwán en caso de ser invadida por Pekín.
"El objetivo debería ser mantener el statu quo que hay ahora mismo", señaló en la entrevista a Nikkei DeSantis, quien también calificó a Taiwán como "un aliado" y "una sociedad libre y floreciente", además de "un importante interés estratégico" al ser un proveedor clave de semiconductores.
DeSantis también afirmó que Xi "claramente quiere tomar Taiwán en algún momento, y tiene cierto horizonte temporal para ello", y añadió que "en último término, lo que China respeta es la fuerza".
El político estadounidense se reunió en la víspera con el primer ministro nipón, Fumio Kishida, a quien alabó por su decisión de fortalecer sus capacidades militares con una nueva estrategia de defensa que supone el mayor giro en este ámbito del país asiático desde la Segunda Guerra Mundial.
"Un Japón fuerte es bueno para Estados Unidos", destacó DeSantis durante su encuentro con Kishida, a quien dijo también ser consciente del "entorno difícil" que rodea al archipiélago nipón con los desarrollos armamentísticos de Corea del Norte y el auge de China.
"Apreciamos verdaderamente el gran aliado que Japón ha sido para los Estados Unidos durante muchas décadas", subrayó en el arranque de la visita de cortesía con Kishida, el más destacado de los actos de su agenda en Japón, que también estuvo centrada en promover el comercio entre ese país y el estado de Florida.
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