Estados Unidos quiere que Hungría se involucre en la guerra de Ucrania, aseguró hoy el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, que al mismo tiempo dijo que Washington es un amigo y aliado.
"EE. UU. no ha renunciado a querer involucrar a Hungría en la guerra (de Ucrania)", afirmó Orbán en declaraciones a la radio pública Kossuth, adelantando que Budapest no dejará que eso suceda, y reiteró que seguirá sin enviar armas a Ucrania.
Con todo, el primer ministro afirmó que el país norteamericano es un "amigo" e "importante aliado" de Hungría, y que comparten ideas básicas sobre la libertad y la economía de mercado.
Estados Unidos "apoya la guerra" prosiguió, afirmando que esta diferencia de opiniones es algo que la amistad húngaro-estadounidense "debe soportar".
Después de que el miércoles EE. UU. anunciara sanciones contra tres funcionarios, entre ellos un húngaro, del Banco Internacional de Inversiones (IIB), controlado por Rusia y con sede en Budapest, el Gobierno magiar anunció su salida de la institución.
Al respecto, Orbán afirmó hoy que Washington no ha sancionado a Hungría, ya que la lista publicada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros de EE. UU. contiene decenas de nombres y entre ellos solo un húngaro.
Las relaciones bilaterales entre los dos países han empeorado considerablemente después de la invasión rusa de Ucrania, debido a que el Gobierno de Orbán se desmarcó de sus aliados en la Unión Europea (UE) y la OTAN en relación al envío de ayuda militar y a las sanciones contra Moscú.