Nuevas estadísticas gubernamentales indican que la tasa de mortalidad materna de Estados Unidos está disminuyendo, luego de su aumento durante la pandemia de COVID-19, según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) publicado el jueves.
Alrededor de 680 mujeres perdieron la vida el año pasado por muertes relacionadas con el embarazo, según datos provisionales de los CDC. Lo que significa una caída desde 2022, cuando se reportaron 817 muertes maternas.
En cambio en 2021, durante la pandemia, la cifra se disparó a 1.205 muertes. Antes de esto, en 2020 se reportaron 861 muertes maternas.
Los CDC y la Organización Mundial de la Salud (OMS) clasifican la mortalidad materna como una muerte durante el embarazo o el parto y hasta 42 días después del embarazo si pudiera estar relacionada con el embarazo.
Las cifras provisionales de mortalidad materna en Estados Unidos para 2023, después de una mayor investigación, probablemente cambien. En 2022, por ejemplo, la cifra final fue un 11 % superior a la cifra provisional.
Sin embargo, Donna Hoyert, investigadora de mortalidad materna de los CDC, dijo a The Associated Press que todavía se espera que las cifras de muertes maternas de 2023 sean inferiores a las de 2022.
Verda Hicks, presidenta del Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, dijo a la Agencia France-Press que las cifras más bajas son positivas pero también aleccionadoras.
«Se nos recuerda, una vez más, que no estamos ni cerca de resolver el problema de la mortalidad materna, particularmente cuando intentamos cerrar la brecha en las disparidades en la atención de salud», aseguró.
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