Al Congreso de Estados Unidos se le está acabando el tiempo para aprobar un nuevo paquete de ayuda para Ucrania, mientras los legisladores del Senado trabajaron durante el fin de semana para negociar un acuerdo con el que financiar la seguridad fronteriza a cambio de los votos republicanos.
El líder de la mayoría en el Senado, Chuck Schumer, reconoció el lunes en el pleno que las negociaciones llevarán tiempo.
“Todo el mundo sabe que se debe hacer algo para arreglar nuestro fallido sistema de inmigración, pero no podemos hacerlo comprometiendo nuestros valores. Encontrar un punto medio es excepcionalmente difícil y ambas partes deben aceptar que tendrán que hacer concesiones y lograr esto llevará más”, dijo Schumer.
El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, dijo ese mismo día: “Los republicanos del Senado no compensarán el hecho de que otros lleguen tarde a la mesa renunciando a nuestra responsabilidad de negociar y de revisar cuidadosamente cualquier acuerdo antes de votarlo”, en alusión a las críticas de los republicanos de que la Casa Blanca se involucró en las negociaciones en una etapa tardía.
McConnell también mantuvo abierto el cronograma para una posible votación más allá de las vacaciones. «Me alienta el compromiso de nuestros colegas de seguir logrando avances constantes en sus negociaciones durante la próxima semana y más allá», dijo.
Estados Unidos ya ha dedicado más de 100.000 millones de dólares a armar y apoyar a Ucrania desde que Rusia lanzó su invasión a gran escala en febrero de 2022, y el presidente Joe Biden ha pedido al Congreso que apruebe otros 60.000 millones de dólares. Sin embargo, los republicanos en el Congreso se han vuelto cada vez más escépticos sobre la necesidad de seguir respaldando la defensa de Ucrania.
En las últimas semanas, los republicanos en el Senado han condicionado la aprobación de cualquier dinero adicional para Ucrania al fortalecimiento simultáneo de las normas de inmigración destinadas a reducir el número de personas que ingresan a Estados Unidos por su frontera sur y expulsar a algunos que ya se encuentran en el país.
Un pequeño grupo de legisladores de los dos partidos, junto con representantes de la Administración Biden, están tratando de llegar a un acuerdo que pueda obtener suficiente apoyo de ambas partes para protegerlo de los diversos obstáculos legislativos de ese organismo.
El Senado de Estados Unidos tenía previsto celebrar su último día de sesiones de este año el jueves pasado, pero ajustó el calendario para dar tiempo a futuras negociaciones. La Cámara de Representantes salió de receso durante el resto del año, pero podría ser convocada nuevamente a votación si se llega a un acuerdo.
Hasta el lunes por la mañana, los legisladores aún no se habían puesto de acuerdo sobre la legislación y una votación parecía cada vez más improbable.
La Casa, por más
Incluso si se aprueba un acuerdo en el Senado, probablemente no sobreviviría en la Cámara, donde los republicanos tienen una mayoría muy estrecha. Un grupo importante de miembros republicanos de la Cámara de Representantes se opone a la ayuda adicional a Ucrania, y el partido recientemente destituyó a un presidente que se asoció con los demócratas para aprobar una legislación.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, que asumió el cargo después de que su predecesor Kevin McCarthy fuera derrocado, ha dicho que más fondos para la frontera son esenciales para cualquier paquete de ayuda a Ucrania; sin embargo, también quiere que se impongan más condiciones a la ayuda.
«Lo que la Administración Biden parece estar pidiendo son miles de millones de dólares adicionales sin una supervisión adecuada, sin una estrategia clara para ganar y ninguna de las respuestas que creo que se le deben al pueblo estadounidense», dijo esta semana.
Bloqueada la ayuda de la Unión Europea. Putin celebra
Las preocupaciones sobre la continuidad del financiamiento estadounidense a Ucrania se agudizaron el viernes después de que se cerró otra fuente clave de apoyo. Mientras la Unión Europea estaba considerando un paquete de ayuda por valor de más de 50.000 millones de dólares, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, utilizó su veto para echar por tierra el plan.
La votación de Orban se produjo apenas un día después de que el presidente ruso Vladimir Putin celebrara públicamente el hecho de que Ucrania parece estar perdiendo apoyo en Occidente.
«Ucrania hoy en día no produce casi nada; están tratando de conservar algo, pero ellos mismos no producen prácticamente nada y traen todo gratis», dijo, según The Associated Press citando al mandatario ruso. «Pero los regalos pueden terminar en algún momento y aparentemente están llegando a su fin poco a poco».
Si bien los opositores a la ayuda a Ucrania a menudo denigran los paquetes de ayuda como si fueran un «cheque en blanco» entregado al gobierno ucraniano, la mayor parte de la ayuda es en forma de equipo militar. Las cifras en dólares de los paquetes de ayuda representan en su mayoría dinero gastado en Estados Unidos para pagar a los fabricantes de armas por el equipo que Estados Unidos envía a Ucrania.
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A pesar del vacilante apoyo financiero que ha obligado a sus militares a reducir las operaciones, Kiev está decidida a prevalecer contra las fuerzas de Moscú mientras se atrincheran para otro invierno en una guerra agotadora.
No hay duda de que un retraso significativo en la financiación adicional de Estados Unidos afectaría negativamente a Ucrania en el campo de batalla, pero los expertos discreparon sobre la cuestión de cuánto tiempo pasaría antes de que los efectos se hicieran evidentes.
«Mi entendimiento actual es que queda suficiente dinero en la autoridad de retiro presidencial para que la administración Biden continúe enviando armas a Ucrania durante varias semanas más, es decir, hasta enero», dijo Nicholas Lokker, investigador asociado del Centro para una Nueva Seguridad Estadounidense del Programa de Seguridad Transatlántica. «Una vez que lleguemos a enero, el dinero empezará a agotarse».
Lokker dijo que Ucrania ya está experimentando escasez de proyectiles de artillería y municiones de defensa aérea, y que un corte o un retraso significativo en la ayuda de Estados Unidos exacerbaría esa escasez.
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