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Hambre en Latinoamérica

Es tan letal el progresismo, el que se ha extendido como una plaga de langosta por todo el continente de América del Centro y del Sur, que convierte las selvas del Darién casi en un pasatiempo

Martes, 18 de abril de 2023 a las 21:30

Por Fernando Londoño

Martes, 18 de abril de 2023 a las 21: 30
16/01/2023.- Personas buscan en la basura el 14 de enero de 2023, en Caracas (Venezuela). EFE

Discuten todos los días en Estados Unidos lo que deba hacerse en su frontera sur. Miles de centroamericanos, venezolanos, colombianos han llegado entre proezas inverosímiles a tocar las puertas del inmenso país del Norte. ¿Qué hacer con tanta gente desesperada, enloquecida, que se juega la vida y soporta cualquier cosa, porque es peor lo que dejaron atrás?

Lo que no se estudia es la causa de ese fenómeno maldito: ¿Por qué dejan tantos su patria, su querencia, sus amigos, sus paisajes de infancia, lo que ha sido su vida entera? Pues la razón es muy simple y valiera examinarla cada día y cada día pregonarla a los cuatro vientos: se van, aunque no lo digan expresamente, y aunque no lo tengan bien sabido, porque sus países quedaron en manos de un extraño virus que lo destruye todo, lo aniquila todo y hace imposible la vida de los que lo sufren. Es algo que llaman, tan ladinamente, el progresismo. Una mezcla de la vieja demagogia y el ya envejecido y en todas partes despreciado comunismo.

Es tan letal el progresismo, el que se ha extendido como una plaga de langosta por todo el continente de América del Centro y del Sur, que convierte las selvas del Darién casi en un pasatiempo. Más cornadas da el hambre, como diría aquel fenomenal torero español. Más cornadas da el hambre.

Y porque da más cornadas el hambre se han ido de Venezuela ocho millones de personas, en el más escalofriante éxodo del mundo, del que por supuesto se habla muy poco. De la rica, mil veces rica Venezuela, la que tiene en sus entrañas las mayores reservas petroleras del mundo, dueña de muchos otros metales codiciados en el mundo entero, de tierras cultivables a discreción, de costas muy ricas, de montañas y llanuras magníficas, Venezuela lo tiene todo. Pero le llegó la plaga progresista, encarnada en ese irresponsable de Chávez, convertido en héroe por la infatigable cantilena progresista, y huyendo del hambre salió un país entero. Los que quedan son en buena parte los que no tienen aliento para la aventura de la fuga y a los que no les queda otro remedio que esperar la bolsa humillante que les regala el régimen para que sobrevivan.

De la riquísima Venezuela se fue una nación entera. Pero de Argentina no se ha ido nadie. Y Argentina, con Perón y Evita, es la fundadora del progresismo. Y lo tiene todo. Una población sin contrastes raciales y buen nivel cultural, para todo menos para la política; la tierra agrícola más fecunda del mundo, bastante para darle de comer a todas las Américas; paisajes de en sueño en el Sur; toda una Patagonia para explorar; cordillera prometedora y rica en el Norte. Y en ese país hay hambre. Para decirlo claramente, muchos niños se están muriendo de hambre y otros sobreviven penosamente  una desnutrición afrentosa. Hambre en la Argentina: ¡Por Dios!

Y no podemos cerrar este episodio sin lo más triste que pasa en América. Y ello es que Bolivia se muere, literalmente, de hambre. El progresismo de Evo Morales acabó con ese pueblo. Las reservas, que eran de quince mil millones de dólares, las declara el Gobierno en tres mil. De exportadores cuantiosos de gas, pasaron a importadores netos de combustibles. Y no tienen que comer. Y no se vive de discursos progresistas. La hambruna de Bolivia es total, monstruosa, irreversible. Hambre en Latinoamérica. Quién lo creyera.

¿Vendrá para Colombia el próximo capítulo? Como se muestran las cosas, no quedará para este desventurado progresista sino el consuelo horrible de la cocaína. Pero no importa. Ya se van a reunir Petro y Biden para hablar de la paz mundial. Otro discurso que no convence ni alimenta. No lo olvidemos: Latinoamérica, la progresista, padece hambre. Acaso se entienda lo que eso significa.

Fernando Londoño

El autor fue ministro de Interior y Justicia de Colombia y es director político para América Latina de Americano Media.

Fernando Londoño

El autor fue ministro de Interior y Justicia de Colombia y es director político para América Latina de Americano Media.

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