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La estupidez del año: Lewis Hamilton compara a Florida con Arabia Saudita por sus leyes 'antiwoke'

Hamilton, en su afán de mostrarse como activista cool, chic y cercano a la comunidad LGBT, quiso opinar sobre leyes que desconoce exponiéndose a justas críticas en redes sociales

Viernes, 05 de mayo de 2023 a las 10:21

Por Emmanuel Rondón

Viernes, 05 de mayo de 2023 a las 10: 21
13/11/2022.- El británico Lewis Hamilton, Mercedes, celebra su segundo lugar en el Gran Premio Fórmula 1 de Sao Paulo en el circuito de Interlagos en Sao Paulo (Brasil). EFE

El británico Lewis Hamilton es uno de los mejores pilotos de todos los tiempos, pero también una persona profundamente irracional.

La estrella de la escudería Mercedes —quien no está teniendo en un gran arranque de temporada en la Fórmula 1 posicionándose en el cuarto puesto de la tabla—, arremetió contra el Gobierno de Florida por sus leyes educativas 'antiwoke' que buscan evitar que en las escuelas del estado se enseñe material controvertido relacionado a la sexualidad o la ideología de género.

Según Hamilton, las leyes del estado, como la "Derechos de los Padres en la Educación", conocida mediáticamente como "Don't Say Gay", equipara al Sunshine State con uno de los países que mantienen una de las legislaturas más duras contra la homosexualidad en todo el mundo: Arabia Saudita. 

"No es nada bueno", dijo Hamilton sobre las leyes floridanas, en la víspera de la esperada carrera de la F1 que se realizará en Miami este próximo fin de semana. "Apoyo a los miembros de esta comunidad. Espero que sigan manteniéndose firmes y luchando. Llevaré el arco iris en el casco. No es diferente a cuando estábamos en Arabia Saudita".

Es decir, para Lewis Hamilton las leyes que se aplican en Arabia Saudita contra las personas homosexuales —donde hay que incluir la pena de muerte— es similar o "no muy diferente" a una ley educativa que simplemente busca evitar que se enseñe material controvertido en edades inapropiadas. 

¿Por qué las palabras de Hamilton exponen su hipocresía y estupidez?

Hamilton es conocido por su activismo político progresista, a menudo tocando temas relacionadas a la justicia social y la raza, e incluso criticando a políticos conservadores, como el primer ministro húngaro Viktor Orban, por sus políticas sociales que considera "anti-LGBT". 

En esta ocasión, sus dardos fueron contra la Administración del republicano Ron DeSantis.

"No es la gente de Miami la que toma estas decisiones, es la gente del gobierno y ese es el problema", dijo el piloto al ser cuestionado sobre si la F1 debería cancelar sus carreras en Florida debido a sus políticas sociales. "Creo que, con suerte, todo lo que puedo hacer —el deporte va a estar aquí esté yo o no— pero lo menos que puedo hacer es seguir apoyando y simplemente estar aquí y tener eso en mi casco, espero que hable bien del tema".

No existe un solo ángulo donde se pueda rescatar algo positivo de las palabras de Hamilton. Primero, el piloto irrespeta directamente a la comunidad LGBT al comparar a Arabia Saudita con un estado americano. Puede ser que en Estados Unidos haya estados más conservadores o liberales y haya discrepancias en las leyes educativas, pero existe un respeto irrestricto a la libertad sexual de las personas, no como en algunos países del mundo árabe. Segundo: las palabras de Hamilton son hipócritas; porque así como criticó las leyes de Florida, también dijo que era "un sueño" para él estar en Miami y correr tres veces en Estados Unidos en una sola temporada. Por último, sus declaraciones rebosan ignorancia, porque no se basan en hechos y exponen su completo desconocimiento sobre las leyes de Florida. 

La ley Derechos de los Padres en la Educación, tildada por sus críticos “Don’t say gay”, no es más que una legislación que busca evitar dos cosas: la sexualización de los niños en las escuelas de primaria a través de materiales controvertidos e inapropiados (como libros donde se hable abiertamente de relaciones sexuales) y que los distritos escolares tengan un mayor peso que los padres en la educación de sus hijos (estudiantes).

Es curioso que los críticos llamen a esta ley “Don’t say gay” cuando, en realidad, en ningún momento la legislatura floridana prohíbe el uso de la palabra "gay" en las escuelas. Es, básicamente, un ápodo propagandístico que busca demonizar una legislatura basada en el sentido común de que un niño no debería estar expuesto a temas relacionados a la sexualidad.

De hecho, aunque a la legislatura se le puede criticar por ser ambigua, su contenido es de todo menos polémico: “[Los distritos escolares de Florida no podrán] fomentar la discusión en clase sobre la orientación sexual o la identidad de género en niveles de primaria o de una manera que no sea apropiada para la edad o apropiada para el desarrollo de los estudiantes”.

La ley establece que los distritos escolares deberán “adoptar procedimientos para notificar a los padres de un estudiante si hay un cambio en los servicios del estudiante o en la supervisión relacionada con la salud mental, emocional o física o el bienestar del estudiante” y además señala que los padres pueden “presentar una acción contra un distrito escolar para obtener una sentencia declaratoria de que un procedimiento o práctica del distrito escolar viola este párrafo y solicitar una medida cautelar”.

En definitiva, Hamilton, en su afán de mostrarse como activista cool, chic y cercano a la comunidad LGBT, quiso opinar sobre leyes que desconoce exponiéndose a justas críticas en redes sociales. 

 

 

Emmanuel Rondón

Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes. 

Emmanuel Rondón

Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes. 

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