La pedofilia y la sodomía están institucionalizados en el monacato budista. Las terribles imágenes del dalái lama besando y pidiéndole a un niño que le “chupe la lengua” son el reflejo de una realidad común en el budismo tibetano.
En 2018, el mismo dalái lama admitió que el budismo tiene “un problema de ética sexual" y que tienen conocimiento de violaciones ocurriendo en sus comunidades al menos desde principios de los años 90. La doctrina budista no enseña sobre el consentimiento sexual. Si bien el sexo sin consentimiento afirmativo es la definición de agresión, los primeros suttas (discursos) budistas del canon pali no definían el sexo ético entre adultos en esos términos.
Tenzin Gyatso es el décimo cuarto dalái lama. Ganador del Premio Nobel de la Paz en 1989. Durante la última década se ha erigido como un icono del siglo XX, eclipsando su carisma cualquier posible crítica, aunque válida, hacia él y las distintas instituciones que gobierna o representa.
The Tibetan Review, una revista del gobierno tibetano en el exilio, publicó un artículo de John Billington donde dice que «la poliandria y el modo peculiarmente tibetano de homosexualidad nunca fueron un problema». También Heinrich Harrer, en «Siete años en el Tíbet», declara categóricamente que los monjes en el Potala (el principal monasterio tibetano de todo el mundo) son homosexuales.
¿A qué se refiere Billington cuando habla de el “modo peculiarmente tibetano de homosexualidad? El monje Lama Shree Narayan Singh lo explica: la sodomía, de hecho, forma parte del rito de iniciación al noviciado. La perversión está tan institucionalizada que el Lama Shree llega a escribir que se dice en estos monasterios que uno debe practicar la dicha forma de sodomía, para ser y seguir siendo un «buen monje».
Escribe también que los monjes jóvenes son invariablemente abusados y reciben favores de diversos tipos de sus socios activos en forma de dinero en efectivo y así se convierten en «trabajadores sexuales monásticos» de facto.
Estas prácticas se normalizaron como «costumbre de los monjes» y parecen haber existido en el Tíbet desde inicios del budismo. Lama Shree señala que no se sabe cuándo los niños fueron inducidos a esta peste, aunque podría haber sido bastante temprano en la historia.
Como ejemplo, Lama Shree dice que él ha sido testigo de un patético incidente hace unos años en un monasterio particularmente conocido en Nepal, en el que una noche, un joven monje de 8 años fue arrastrado nada menos que por el monje a cargo de disciplina, mientras el niño en ropa interior había seguido suplicando que lo liberaran, todo lo cual tuvo lugar frente a uno de los altos Lamas de ese monasterio, que simplemente se rió del incidente.
Otro caso gravísimo es el de un niño de 7 años había sido puesto en un monasterio directamente bajo la autoridad del dalái lama en las colinas de Bengala Occidental. Sorprendentemente, él mismo había insistido en que había querido ir a un monasterio para continuar sus estudios. Los padres del niño habían sido ingenuos, a pesar de estar muy asociados con el monasterio durante muchas generaciones, hasta que se descubrió el misterio. El niño había permanecido allí durante unos ocho meses y cuando huyó del monasterio, ya tenía cicatrices de por vida.
Inicialmente había sido reticente al contarles a sus padres lo que había sucedido. El monasterio al que había ido era una guarida de vicios que seguía la corriente doctrinal Gelugpa, que es la del dalái lama, máximo gurú de los ritos budistas mágico-sexuales. Este es el modus operandi: todas las noches, los monjes mayores atraen a los monjes novicios lejos de sus camas ofreciéndoles dulces y luego los violan. Sin nada que pudieran hacer al respecto, ya que sus padres los habían enviado allí desde lejos.
Las desviaciones y abusos en el monacato budista son tan serias que, según informa la BBC, en la provincia norteña de Chiang Rai (Tailandia), se está introduciendo un plan de estudios de «buenos modales».
En conclusión, aunque tal comportamiento es punible en los códigos penales de cualquier sociedad civilizada, el dalái lama nunca ha tomado la iniciativa para detenerlo. Todos vimos las imágenes. Una rápida googleada arroja cientos de casos y denuncias contra monjes alrededor del mundo.
Dios nos libre del budismo.