Desde bohemios pintores vendiendo sus cuadros en las calles o desconocidos poetas locales, hasta grandes artistas Hollywood, el mundo del arte está lleno de progresistas y militantes de la izquierda. ¿Cuál es la razón detrás de este fenómeno? Expondré a continuación algunas de las claves por las que encontrar, en el mundo del arte, alguien de derechas o que por lo menos defienda la libertad de mercado, es casi imposible.
Ignorancia absoluta sobre el funcionamiento de la economía
La economía es una ciencia, que tiene sus leyes y que, lastimosamente, es contraintuitiva. Para muchas personas es difícil entender cómo funcionan los procesos de mercado porque el sentido común les dice lo contrario a la realidad. Por ejemplo, si los precios están muy altos, un ignorante de la economía diría que hay que fijar precios máximos y con eso permitir que la gente siga comprando bienes, pero la teoría y la realidad nos han enseñado que imponer precios máximos solo causa escasez.
De la misma forma, la intuición le dice a muchos que si hay millones de pobres y un grupo de gente muy rica, es necesario expoliar a los ricos para dar dinero a los pobres. La realidad es que la obsesión con la "redistribución" genera pobreza e incluso puede llevar a un país a la miseria.
La mayoría de los artistas no tienen idea de las causas de la inflación, no conocen la importancia de los precios, mucho menos entienden de función empresarial o de cómo se genera la riqueza en una economía. Incluso los más ricos, saben cómo crear productos que agradan a la gente y con eso ganar millones, pero no entienden el proceso económico productivo a nivel macro, de ahí que utilicen su fama para incentivar políticas socialistas.
Sienten que tienen un llamado a cambiar la sociedad
De nuevo, desde los más desconocidos hasta los más famosos, los artistas normalmente creen que tienen un papel especial en la sociedad. Tal vez su personalidad sensible y creativa les hace creer que deben participar activamente en un cambio, lo cual no está mal a priori, el problema es cuando ese activismo se da sin fundamentos y basado en teorías completamente equivocadas.
Hay una famosa frase que dice "no hay nada más peligroso que un ignorante con iniciativa". Los más famosos y millonarios sienten que deben usar su poder y prestigio para hacer algo por el mundo, y tan solo con sus declaraciones ante millones de seguidores pueden convencer a mucha gente de ideas que no solo son equivocadas sino que han matado a millones de personas, el socialismo lleva más de 100 millones de muertos.
Los bohemios y desconocidos no tienen un gran público pero siempre tienen voluntad y una especie de compromiso religioso con ese llamamiento que sienten para cambiar el mundo. Utilizan toda su creatividad y su sensibilidad para influir en su ambiente cercano. Piense en cuántos profesores de arte o literatura no han convencido a millones de jóvenes de las ideas izquierdistas, creando así toda una generación de gente comprometida con una "causa" que solo genera pobreza.
En general los artistas suelen creerse personas especialmente dotadas -lo cual en algunos casos es cierto- que por lo tanto tienen la responsabilidad de salvar al mundo y dar ejemplo. Ese sentimiento que los hace creerse únicos y que se combina con arrogancia, porque ven al resto del mundo como simples mortales sin dones especiales y que no entienden su talento, los hace, desde su ignorancia en materia económica, ser unos activistas por unas ideas absolutamente dañinas.
Presión de un ambiente plagado de izquierda
Hace poco leí un artículo sobre una famosa actriz de Hollywood que contaba su largo y duro camino antes de llegar a papeles importantes en la industria, uno de los "requisitos" que debió cumplir antes de alcanzar sus más altos sueños fue hacer parte de un sindicato. Ocurre que en la industria de las grandes películas para conseguir grandes papeles se debe estar afiliado a un sindicato, con la carga ideológica y las presunciones que eso implica.
El ambiente laboral y social de una persona son absolutamente determinantes en sus pensamientos y en la forma en la que actúa, pero si además hacer activismo progresista se vuelve prácticamente un requisito para conseguir un buen trabajo, es muy difícil que los pocos artistas que están en desacuerdo puedan expresar su opinión o por lo menos no caer en el juego.
He mencionado el caso de Hollywood, pero de nuevo este es un fenómeno que ocurre entre famosos y entre desconocidos. En todas las facultades de artes, sociología e incluso periodismo, los estudiantes son una especie de hippies intelectuales que reniegan del mundo capitalista y que anhelan un paraíso progresista. Cualquiera que desde sus inicios en la universidad se atreva a retar esas ideas va a tener un muy mal rato y será despreciado por sus pares.
Creen que el mundo puede ser dirigido por un humano así como sus creaciones son dirigidas por ellos
Los escritores son dioses de sus novelas y cuentos, dan vida y definen el destino de sus personajes; los pintores son creadores de sus cuadros; los cantantes componen melodías que luego millones de personas cantan en conciertos multitudinarios, en general los artistas crean algo de la nada y por momentos se sienten como un dios de su pequeña creación. Creación en la que eligen el destino de sus protagonistas y en la que según su talento y creatividad puede conseguir algo fenomenal o un adefesio que nadie querrá.
La naturaleza de su trabajo creativo los hace ser más propensos que un obrero, un vendedor, o un trabajador de banco, a creer que el mundo puede ser perfecto si es dirigido por una mano talentosa. Eso, que en realidad está muy relacionado con la arrogancia de sentirse especialmente dotados, aunado a la ignorancia económica, los hace creer que el mundo debe ser controlado hasta en los más mínimos aspectos por un grupo de personas "talentosas" que dirijan una gran creación.
Lo que la teoría económica y la realidad han mostrado, durante siglos, es todo lo contrario. Entre más se intervenga una economía, menos prosperidad tendrá un país. Entre más se quiera dirigir la vida de los individuos menos espacio hay para el emprendimiento y la creatividad empresarial que son las que generan riqueza.
La economía está compuesta por millones de agentes que toman decisiones a diario, decisiones que son imposibles de controlar, un ministro no puede, en la manera en que un artista dirige su obra, decidir cuánto pan o cuántos vestidos se deben producir en un país en determinado mes. La razón por la que en los países socialistas hay escasez y largas filas para comprar productos básicos como la leche es porque a alguien se le ha ocurrido que puede ser dios y saber lo que se debe producir y a quién se le debe dar. Esa miseria no ocurre en los países capitalistas porque sus líderes han escogido la libertad, para que cada individuo, a través de la oferta y la demanda mande señales a los empresarios. La economía no es un cuadro o una novela y los hombres no somos dioses.