Joe Biden anunció hoy su cuarta campaña electoral para presidente. Él alega que está haciendo campaña para "terminar el trabajo”. Esa frase debería aterrorizar a todos los americanos: usando cualquier medida objetiva, las políticas fallidas de Biden y la falta de liderazgo han empeorado la vida de los ciudadanos de este país desde que asumió el cargo. Ha pasado casi cincuenta años viviendo como político de carrera por cuenta de los recursos de los contribuyentes. Joe no se ha ganado el derecho de “terminar el trabajo”. No, Joe tiene que irse.
Cada presidente tiene que lidiar con las crisis bajo su mandato. Sin embargo, Biden se destaca porque ha causado directamente una crisis detrás de otra crisis. Por ejemplo, nuestra frontera sur se ha convertido en un desastre humanitario reconocido internacionalmente. Los cárteles están ganando billones de dólares traficando seres humanos y drogas letales: el fentanilo es el asesino número uno de los americanos entro los 18 y 45 años, y son muchas las historias desgarradoras que ilustran cómo la gente está muriendo en grandes cantidades. En total, más de 6,3 millones de inmigrantes indocumentados han cruzado la frontera desde que Biden asumió el cargo, y esos son solo aquellos de los que tenemos conocimiento.
Este desastre no apareció de la nada. Al asumir el cargo, Biden desbarató innumerables protecciones que ayudaron a asegurar la frontera durante el mandato del presidente Trump. Se ha negado a apoyar a los asediados agentes de la Patrulla Fronteriza y presionó para poner fin al Título 42. Solo pregúnteles a los propios migrantes, algunos de los cuales han declarado, sin dudarlo y ante la cámara, que la elección de Biden precipitó su decisión de venir.
Mientras tanto, nuestra economía está en ruinas. La inflación continúa golpeando a las familias americanas que intentan llegar a fin de mes, a medida que los bancos quiebran y los salarios desaparecen debido al alza vertiginosa de los precios. Los productos básicos son más caros, las cuentas de ahorro se están agotando y la deuda de las tarjetas de crédito está por las nubes. Una vez más, no estamos en esta situación por accidente: todo es por diseño de Biden. Recuerde, él inyectó $1.9 trillones innecesarios en la economía inmediatamente después de asumir el cargo, sabiendo que como resultado se aceleraría la inflación. Ahora, Biden está impulsando una espiral de gastos por $6,9 trillones de un presupuesto que incluye $4,7 trillones en impuestos nuevos y ampliados. Lo último que en este momento necesitan las familias en apuros es pagar aún más de sus dólares, ganados con tanto esfuerzo, al gobierno de extrema izquierda de Biden.
Biden también ha librado sistemáticamente una guerra contra la energía americana. La gasolina se encareció significativamente bajo el liderazgo de Biden. En ese lapso, los 50 estados registraron sus precios promedio de gasolina más altos de la historia, y esto no ocurrió por accidente. De hecho, algunos de los primeros actos de Biden en el cargo incluyeron detener la construcción del oleoducto Keystone XL, emitir una moratoria sobre nuevos permisos para exploración de petróleo y gas en tierras federales, y volver a unirse al Acuerdo Climático de París. ¿La respuesta de Biden a su propia crisis? Enviar petróleo de nuestras reservas estratégicas a China, una nación que representa la mayor amenaza en el escenario mundial. Biden creó un día lluvioso y luego se propuso entregar nuestro fondo para días lluviosos a un gobierno comunista que nos odia. Las familias americanas están pagando el precio.
No sorprende que Biden le haya dado una ventaja al Partido Comunista Chino. Gracias en parte al trabajo diligente de los Republicanos de la Cámara, cada vez es más evidente que Biden y su familia están comprometidos: su hijo, Hunter, vendió activamente el acceso político a los oligarcas chinos basándose en la posición de su padre, entonces vicepresidente. En lugar de responsabilizar a China por desatar el COVID-19 en el mundo o tratar agresivamente de expandir su influencia en el escenario mundial, Biden está más enfocado en tomar vacaciones, un fin de semana después de otro fin de semana.
En todos los frentes, nacional e internacional, Biden le ha fallado al pueblo americano. Corresponde a los republicanos expulsarlo de su cargo en 2024. Además de reclutar voluntarios, abrir centros comunitarios para las minorías y presentar demandas judiciales clave, los republicanos se centrarán en algunos elementos decisivos para hacer realidad esta victoria.
Número uno: continuaremos adoptando y promoviendo la votación anticipada y la recolección de boletas electorales para vencer a los demócratas en su propio juego.
Número dos: continuaremos con nuestros exitosos esfuerzos para atraer a nuestro partido a los votantes minoritarios, que los demócratas dan por descontados.
Número tres: compartiremos lo que representa a los republicanos. No estamos solo en contra de una frontera abierta y la crisis que ha creado, estamos a favor de la seguridad fronteriza. No solo estamos en contra del desastre de la economía de Biden, estamos a favor de impuestos más bajos y de promover la energía americana. No solo estamos en contra de las políticas divisivas woke, estamos a favor de asegurar el futuro de nuestros hijos en el salón de clases, apoyar a las familias americanas y proteger los deportes que practican las mujeres.
Biden le ha fallado al pueblo americano durante décadas como senador, vicepresidente y presidente. Es hora de mostrarle la puerta de salida. Únase a nosotros en esta lucha visitando gop.com.
Ronna McDaniel
Presidente del Comité Nacional Republicano y expresidente del Partido Republicano en Míchigan.
Ronna McDaniel
Presidente del Comité Nacional Republicano y expresidente del Partido Republicano en Míchigan.