Tres años después el New York Times reconoce que la mascarilla no sirvió para nada. ¿Pedirá disculpas?

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Tres años después el New York Times reconoce que la mascarilla no sirvió para nada. ¿Pedirá disculpas?

"Los escépticos que fueron furiosamente atacados y en ocasiones censurados como 'desinformadores' por oponerse a los mandatos tenían razón. Los 'expertos' y el establishment que apoyaron los mandatos estaban equivocados". ¿Reconocerán su error?

Por Orlando Avendaño

Miércoles, 22 de febrero de 2023 a las 11: 10
Miércoles, 22 de febrero de 2023 a las 11:10
Ilustración de Americano Media

Luego de publicar numerosos artículos alentando la mascarilla obligatoria y cuestionando a quienes se atrevieran a criticar la medida, el New York Times reconoce que el tapabocas jamás sirvió para algo. Tres años después le costó al Times reconocerlo, ahora citando un reciente estudio de la prestigiosísima revista médica Cochrane.

"Es hora de ponernos otra vez la máscara", titulaba el New York Times hace apenas dos meses. En marzo de 2021, un reportaje del Times decía que levantar la mascarilla obligatoria hacía que "los trabajadores fuesen vulnerables". Un par de meses después, el diario sugería que había que obligar a todos a usar la mascarilla, y no a unos pocos. 

"Sí, aún es necesario llevar mascarilla", titulaba el New York Times en enero de 2021.

Ahora, en un artículo publicado este 21 de febrero, el columnista Bret Stephens titula: "La mascarilla obligatoria no hizo nada. ¿Aprenderemos alguna lección?". En la columna, bastante racional, de hecho, Stephens cita la investigación de Cochrane que, luego de estudiar a más de 600 mil participantes, concluye que ni la mascarilla normal, ni la N-95 ni los cuidados higiénicos "hicieron alguna diferencia" en evitar la propagación del COVID-19. Nada. Absolutamente nada sirvió.

"Simplemente no hay evidencia de que las máscaras hayan hecho alguna diferencia", le dijo Tom Jefferson, un epidemiólogo de Oxford que fue el principal autor del estudio de Cochrane, a una periodista. "No hay diferencia. Y punto", insistió, tajante.

En su columna en el Times, Stephens escribe: "A lo que respecta a los beneficios del enmascaramiento de la población, el veredicto es claro: la mascarilla obligatoria fue un fracaso. Los escépticos que fueron furiosamente atacados y en ocasiones censurados como 'desinformadores' por oponerse a los mandatos tenían razón. Los expertos y el establishment que apoyaron los mandatos estaban equivocados".

"En un mundo mejor, correspondería que este último grupo reconociera su error, junto con los considerables costes físicos, pedagógicos y políticos", agrega el columnista.

Y eso último es lo clave. Sí, ahora llega el estudio de la muy prestigiosa Cochrane concluyendo lo de las mascarillas. Pero solo confirma lo evidente. Cientos de investigadores, médicos y otras revistas ya habían dicho antes que las mascarillas obligatorias eran un error. Nadie los escuchó; en cambio, todo aquel que se atrevió a plantearlo, era atacado. Todos vimos las imágenes de las cenas de políticos y celebridades, sin mascarillas, mientras los trabajadores, como los meseros, debían usar tapabocas. Opinadores de todo tipo alertaron sobre el autoritarismo de querer imponer la mascarilla desde el Estado y del contrasentido de hacerlo, sobre todo cuando ya la vacuna estaba rodando. Todos fueron atacados. Finalmente. todos estamos al tanto de cómo la CDC presionó para que los gobernadores y alcaldes de todo Estados Unidos obligaran a sus habitantes a ponerse la mascarilla. El mismo Biden es culpable.

"[Las mascarillas obligatorias no debieron] ser política pública. Y las personas que tuvieron el valor de decirlo merecían ser escuchadas, no tratadas con desprecio. Puede que nunca obtengan la disculpa que merecen, pero la reivindicación debería ser suficiente", concluye Bret Stephens la columna.

Aunque él titula que las mascarillas jamás sirvieron para algo, corresponde decir que sí hicieron mucho daño. Justamente, haciendo referencia al costo "físico, pedagógico y político" del que habla el columnista, Seth Dillon, el CEO del portal satírico Babylon Bee, escribió en Twitter: "Aunque es agradable ver al New York Times finalmente admitiendo que las mascarillas son inútiles, es falso que la obligatoriedad no haya 'hecho nada'. Le hicieron daño a las niños, erosionaron la confianza pública y dañaron psicológicamente a millones de personas al punto de que aún tienen miedo de respirar en público".

La tensión provocada por las irracionales medidas obligatorias llevaron a la población al punto del conflicto. Es por ello que no sobra lo que plantea el mismo Stephens: una disculpa, pública y sincera, a quienes siempre fueron críticos y demasiado racionales. El New York Times debería empezar pidiendo disculpas, por cierto. 

Y la urgencia de una disculpa es tan grande, que el escritor Peter Hitchens, apenas supo del estudio de Cochrane, publicó una columna titulando: "Si las mascarillas no sirven para nada, ¿voy a recibir una disculpa?".

Hitchens, en su columna, dice que no es ninguna sorpresa que ahora un estudio concluya que las mascarillas no sirven. "Antes de que el gran pánico llevara al mundo al aislamiento, a los arrestos en casa y a la inflación, hace tres años, la visión de los expertos era que cubrirse la cara no era ninguna protección contra la propagación de virus. Documentos gubernamentales de entonces decían eso, como también lo hacía la Organización Mundial de la Salud. Luego, un reporte de la BBC descubrió que la Organización Mundial de la Salud cambió su opinión al respecto por razones políticas y no médicas".

"En septiembre de 2020, la policía australiana en Melbourne fue fotografiada poniéndole forzosamente la mascarilla en la cara a manifestantes esposados, como si la intención fuera enfatizar la naturaleza represiva de la medida", escribe Hitchens.

Ahora, que salió el estudio de la prestigiosa Cochrane, "yo esperaría personalmente una señal de contrición de la Organización Independent Press Standards, que en el 2021 me censuró por decir que un estudio había concluido que las mascarillas eran inútiles".

"En ese momento ese era un comentario obvio, no un reporte noticioso. Era mi firme opinión. Sin embargo, la organización obligó a este periódico en el que escribo a publicar una corrección".

Finalmente, en su columna, Hitchens escribe: "Se acabó el pánico. Esos que fueron muy lejos tienen que pedir disculpas. Así que, si tu deseo es cubrir tu cara, es tu problema, y por favor reconoce que el resto de nosotros tiene el mismo derecho de resistirse a hacerlo".

Si, corresponde una disculpa. Una disculpa del diario que atacó a las voces libres. Una disculpa del restaurante que no te atendió por no usar mascarilla. Una disculpa de la aerolínea que te obligó a estar 10 horas con un tapabocas que en cualquier momento te rebanaba las orejas, en un vuelo de América a Europa. Una disculpa de todos y cada uno que impusieron su irracional paranoia y sus deseos autoritarios sobre la libertad individual de cada quien. 

Orlando Avendaño

Orlando Avendaño es subdirector digital de Americano Media.

Orlando Avendaño

Orlando Avendaño es subdirector digital de Americano Media.

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