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Un candidato para los RINOs y los DINOs

DINOs y RINOs llevan al gobernador de Florida a una emboscada que podría allanar la reelección de Biden y tornarlo en rehén castrado de una hegemonía woke que ve en DeSantis el enemigo perfecto para polarizar el voto y montar una comedia de oposición clásica de los socialismos en Latinoamérica

Jueves, 25 de mayo de 2023 a las 14:28

Por Erick Fajardo

Jueves, 25 de mayo de 2023 a las 14: 28
ARCHIVO - El gobernador electo Ron DeSantis, republicano de Florida, habla con el presidente Donald Trump durante una reunión con gobernadores recién elegidos en la Sala del Gabinete de la Casa Blanca, el 13 de diciembre de 2018, en Washington. De izquierda a derecha, el gobernador electo J.B. Pritzker, demócrata de Illinois, DeSantis y Trump. (AP Photo/Evan Vucci, Archivo)

Igual que en cualquier otro estado bajo el asedio del Socialismo del Siglo XXI, el intervencionismo globalista y las elites de izquierda propician —aun con mayor empeño que la candidatura demócrata—, la aparición de un contendiente republicano más a tono con la disminuida perspectiva de reelección del senil Joe Biden que el arrollador Donald Trump.

No pretenden encontrar alguien dentro del partido de Trump que pueda derrotarlo, pues eso está fuera incluso de las más entusiastas proyecciones del incumbente, sino desportillar la percepción de unidad monolítica del movimiento conservador alrededor de Trump y proveer a los medios paraestatales liberales alguna evidencia circunstancial que les dé la coartada para sostener la narrativa de que el favorito republicano tiene disidencias y fisuras dentro de su propio partido; de que su liderazgo no es absoluto e indiscutible.

¿Por qué? Porque si Trump arrasa en las primarias republicanas, su creciente percepción positiva entre los independientes y la diáspora liberal que se aleja de los DINOs (acrónimo para "demócratas sólo de nombre") lo convertiría en un magneto no sólo para los votantes sin afiliación política declarada, sino para la ola de liberales moderados que migran desencantados de la ineptitud geriátrica y el guiño al autoritarismo estalinista de la administración Biden y que empezaron a ver en Trump no sólo el blanco de un estado represivo sino un símbolo de la resistencia civil a la violación de libertades y garantías constitucionales.

En simple: si Trump galvaniza el voto republicano, hay peligro de un efecto expansivo en el comportamiento electoral y una reacción en cadena que trasmute la desaprobación nacional por Biden en voto por Trump. Ese el escenario catastrófico que James Carville y el cuarto de guerra de las oligarquías demócratas tratarán de evitar a toda costa.

En sintonía con la Casa Blanca y los oligarcas de la media alineada al gobierno los RINOs en el Congreso buscan un candidato que desportille la imagen de hegemonía de MAGA y su campeón. Su pretexto: DeSantis tiene más chances que Trump en la general. Su verdadera razón: si Trump arrasa en las primarias republicanas la elite bipartisana funcional a la errática administración Biden —los Pence, los McConnell y las Cheney; la oposición funcional a la izquierda totalitaria en EEUU—, serán oficialmente una especie condenada a extinción.

Postular que a DeSantis le iría aún mejor en una general contra Biden que en una reñida primaria contra Trump es el pretexto para racionalizar una candidatura que promueven RINOs y DINOs contra la opción clara y consistente del genuino movimiento republicano. La marca política escogida por DeSantis y sus iniciativas legislativas en inmigración envían un mensaje ambiguo que interpela al extremo más radical de su partido y lo distancia del bloque conservador hispano, mientras que la marca de Trump evolucionó y expandió lo que la sociología llama “área de efecto directo a cooptación” con un discurso más contingente que impacta con mayor eficacia en el mundo independiente que el fundamentalismo migratorio y esencialismo cultural adoptado por DeSantis.

DINOs y RINOs llevan al gobernador de Florida a una emboscada que podría allanar la reelección de Biden y tornarlo en rehén castrado de una hegemonía woke que ve en DeSantis el enemigo perfecto para polarizar el voto y montar una comedia de oposición clásica de los socialismos en Latinoamérica, entre otras cosas porque la rigidez ortodoxa de la marca DeSantis inspira a las minorías de izquierda políticamente organizadas a activarse y contribuir a la campaña de Biden como no provoca ya un Trump más maduro y calibrado.

A propósito de cierto comentario ingenuo de DeSantis sobre la naturaleza viril y hetero de las bandas de rock de los 80, que ya en enero hizo a la prensa satirizar sus expresiones cual “intento de expatriar a Pink Floyd de Florida”, me tienta formular a DeSantis las preguntas retóricas en una de las inmortales líricas de Roger Waters: “¿Te empujaron a negociar tus héroes por fantasmas? ¿El aire caliente de Florida por una brisa fría del Potomac? ¿El cambio a cambio de confort? ¿decidiste canjear un rol de reparto en el frente de batalla por el papel protagónico en una jaula?".

No son preguntas que el gobernador deba responderle a Roger o a nosotros, sino planteárselas urgentemente a sí mismo.

Erick Fajardo

El autor es analista internacional, asesor legislativo, profesional en políticas públicas y comunicación, con énfasis en manejo de crisis y gobernanza.

Erick Fajardo

El autor es analista internacional, asesor legislativo, profesional en políticas públicas y comunicación, con énfasis en manejo de crisis y gobernanza.

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