Fue por allá en 1.996, si no nos falla la memoria, cuando Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro Vargas Llosa sacudieron el panorama político de este continente con un libro que se hizo inmediatamente famoso porque volvía pedazos la ideología que aspiraba a gobernar estos países. Fue El Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano, la más osada y precisa descripción del izquierdismo de entonces, idéntico al de ahora, porque el izquierdismo no se mueve, contra el que llovieron rayos y centellas de los llamados progresistas de la época.
Los autores volvieron a la carga con una segunda obra, El Regreso del Idiota. Que no causó menos conmoción que la primera.
Por entonces tomábamos como muy remota la posibilidad de que El Idiota se adelantara hasta dominar el espacio vital de Iberoamérica. Pero es precisamente lo que ha ocurrido.
Siga, lector querido, los acontecimientos que se desataron en la Venezuela de Chávez, o en la Nicaragua de estos días y se estremecerán con la similitud de los discursos, los mensajes, las actitudes y las obras de estos déspotas con lo vaticinado en El Idiota. Y sentirá una especie de escalofrío mental. Es como si el libro cobrara vida y se entronizará en este entorno.
Porque la historia no se detuvo. El Idiota, con su nacionalismo agresivo, su odio por la propiedad privada, por la empresa libre, por el desarrollo de una economía no planificada, se tomó América del Sur, y quién lo creyera, se impuso en España. Brasil, la Argentina, el Perú, Chile, Bolivia y ahora Colombia, resolvieron que querían apurar hasta la última gota las heces de esta terrible premonición, de esta profecía trágica.
Si quiere cualquiera entender o tratar de entender lo que está ocurriendo en estos pueblos, le bastará con leer, o releer si fuere el caso la obra de estos tres ilustres latinoamericanos y quedará perfectamente ilustrado. El Idiota terminó triunfando e impuso su estilo, su forma de ver la vida, su concepción del mundo y a eso se contrae nuestro amargo presente. Mendoza, Montaner y Vargas Llosa lo describieron todo, lo anticiparon con profético acierto y hasta el prólogo de Mario Vargas Llosa concluyó mostrando por anticipado lo que sería para entonces la amarga posibilidad de que El Idiota dejara de ser un alrevesado manejador de palabras y de ideas, para convertirse en lo que hoy tenemos que vivir, apurar hasta la última gota de este cáliz amargo.
Antes de escribir estas líneas verificamos que por el Internet pudieran adquirirse estos libros, hace rato agotados en las librerías. Y sí amigos, ahí está al alcance de todos el Manual del Perfecto Idiota y su Regreso, no ya en la literatura impotable de la izquierda, sino en nuestra conflictiva, absurda, amarga realidad. Dos libros que nadie puede dejar de leer, y no solo por su increíble valor como historia prevista sino como guía para superarlo. El Idiota, y lo que representa, no puede seguir siendo el dueño del paisaje.
Fernando Londoño
El autor fue ministro de Interior y Justicia de Colombia y es director político para América Latina de Americano Media.
Fernando Londoño
El autor fue ministro de Interior y Justicia de Colombia y es director político para América Latina de Americano Media.