El fin de semana pasado visité nuestra frontera sur. Joe Biden también iba hacia allí para una sesión fotográfica rápida, su primera visita a nuestra frontera sur en medio siglo de carrera política. No pude evitar pensar en que Biden anteriormente se había negado a visitar la crisis que él mismo creó. No pude evitar pensar en lo fácil que sería para él subirse al Air Force One, en cualquier momento durante los últimos dos años, para ver con sus propios ojos las consecuencias de sus fracasos. No pude evitar pensar en las personas y comunidades que sufren como resultado de eso.
Cuando aterricé, pasé un tiempo al lado de la Representante Mayra Flores, cuyo esposo es agente de la Patrulla Fronteriza. A ella no se le olvida que los Demócratas han votado en contra de contratar más agentes fronterizos, deportar delincuentes y evitar que los inmigrantes indocumentados, condenados por delitos, se conviertan en residentes permanentes. Cuando la extrema izquierda vota en contra de fortalecer la política exitosa de Permanecer en México, está socavando el trabajo duro e implacable que nuestros asediados agentes de la Patrulla Fronteriza realizan a diario.
Esta no fue la primera vez que estuve allí en el terreno. En noviembre pasado visité McAllen, Texas, junto con el Speaker Kevin McCarthy. Lo que está pasando en nuestra frontera sur no es broma. Lamentablemente, el Presidente Biden ha desperdiciado y destruido la frontera segura que heredó de la administración anterior. Durante sus primeros 100 días en el cargo, Biden firmó más de 94 acciones ejecutivas sobre inmigración, incluyendo la detención de la construcción del muro fronterizo.
Las acciones tienen consecuencias. Basta con mirar los números. 5,3 millones de inmigrantes indocumentados han cruzado la frontera desde que Joe Biden asumió el cargo. Noviembre del 2022, el último mes del que tenemos datos fronterizos, fue el peor noviembre en la historia del DHS, con más de 233,000 inmigrantes indocumentados aprehendidos cruzando la frontera. Solo en noviembre se incautaron 650 millones de dosis letales de fentanilo en la frontera sur. Cuando se incauta una gran cantidad de fentanilo, eso también significa que está entrando una gran cantidad de esa droga letal. Los perversos cárteles de la droga se están beneficiando de la crisis fronteriza de Biden: los coyotes, contrabandistas y otros delincuentes ganan aproximadamente $13 billones cada año con la trata de personas.
Todo lo que ustedes han leído sobre la frontera es cierto: está desprotegida y es caótica. Miles de inmigrantes indocumentados y millones de dosis mortales de fentanilo cruzan semanalmente. Mientras tanto, las comunidades fronterizas están siendo invadidas a medida que la anarquía se extiende desde el sur hacia arriba. California, Arizona, Nuevo México y Texas se llevan la peor parte. Sin embargo, debemos recordar un hecho simple: cuando existe una frontera abierta, todos los estados son estados fronterizos. Eso se evidencia por el hecho de que el fentanilo se convirtió en la principal causa de muerte entre los estadounidenses de 18 a 45 años. Esa estadística no se detiene en una comunidad o un estado. Este es un problema nacional: los jóvenes están muriendo en grandes cantidades, de costa a costa, porque este presidente fallido se niega a tomar en serio la seguridad fronteriza. Es vergonzoso y deshonesto que Biden y su administración pretendan que esta no es una crisis atroz. Dudo que los padres que han perdido hijos por esta ola de drogas fuera de control se sientan consolados por Biden cuando dice que hay “cosas más importantes” que la situación mortal en la frontera.
Afortunadamente, ya no tenemos que luchar solos contra esta crisis. En noviembre, los estadounidenses enviaron un mensaje alto y claro de que están hartos del gobierno Demócrata de un solo partido, al elegir una Cámara de Representantes con mayoría Republicana. Ahora, bajo el liderazgo del Speaker Kevin McCarthy, los Republicanos tienen las herramientas para comenzar a arreglar nuestra frontera sur. Eso significa priorizar la seguridad fronteriza, tomar medidas enérgicas contra los cárteles y apoyar tanto a nuestros agentes de la Patrulla Fronteriza como a nuestra policía, para detener la ola de drogas mortales que ingresan a nuestro país.
Yo he visto de primera mano nuestra crisis fronteriza. Es el resultado de políticas Demócratas equivocadas y es completamente inaceptable. El trabajo para solucionarla ya está en marcha, gracias al liderazgo Republicano. Todos los estadounidenses en todos los estados merecen una frontera sur que sea segura.
Ronna McDaniel
Presidente del Comité Nacional Republicano y expresidente del Partido Republicano en Míchigan.
Ronna McDaniel
Presidente del Comité Nacional Republicano y expresidente del Partido Republicano en Míchigan.