Agentes de la policía capturaron el lunes a Fabricio Colón Pico, un presunto líder criminal acusado de amenazar de muerte a la Fiscal General y que era considerado por las autoridades como uno de los más buscados del país, donde se registra una espiral de violencia generada por bandas asociadas al narcotráfico.
Colón fue detenido de madrugada en la localidad de Puerto Quito, 92 kilómetros al suroeste de la capital, tras “labores investigativas que duraron varios meses”, según indicó la policía en su cuenta de X. La publicación adjuntaba una fotografía en que se le observa con el pelo tinturado casi de color blanco.
Colón Pico, que se fugó de una prisión del centro del país el 8 de enero, ha sido identificado por la policía como uno de los líderes de la banda criminal Los Lobos que actúa en el sur de la capital. Fue denunciado ante la justicia por la fiscal general Diana Salazar, por amenazarlas de muerte a ella y su hija menor de edad a mediados del año pasado.
La fuga de prisión de Colón Pico y días antes del importante líder criminal Adolfo Macías, alias Fito, provocó que el presidente Daniel Noboa decretase a inicios de año un estado de excepción y casi de inmediato el estado de conflicto armado interno, luego de la irrupción de un grupo armado a un canal de televisión de Guayaquil, donde amenazaron en vivo a trabajadores y periodistas.
En el mismo operativo también fueron apresados otros dos presuntos delincuentes que participaron en la fuga de la prisión junto a Colón Pico, precisó la fiscalía en su cuenta de X.
Esta captura se produce luego de que los ecuatorianos acudieron el domingo a una consulta popular y referendo, para pronunciarse en 11 preguntas planteadas por el presidente Daniel Noboa, la mayor parte de ellas relacionadas con el endurecimiento de la lucha contra el crimen organizado. Aún no se terminaba el escrutinio de los votos del ejercicio electoral, aunque los datos preliminares mostraban que el gobierno ganó en 9 de las 11 preguntas.
Hace poco más de tres años, Ecuador registra una intensa arremetida de violencia e inseguridad con delitos como asesinatos, secuestros extorsiones, entre otros, propiciados por las bandas del crimen organizado que se disputan rutas y territorios de distribución de drogas en este país y que tienen estrecha relación con carteles de narcotráfico de Colombia y México.
Uno de los efectos de la violencia criminal es el registro de asesinatos violentos, que al cierre de 2023, llegó a 40 por cada 100.000 habitantes, una de las tasas más altas del continente. El año pasado hubo más de 7.600 crímenes. Las autoridades lo atribuyen a la acción de bandas criminales relacionadas con el narcotráfico.
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