Los últimos días han sido terribles para la socialista Alexandria Ocasio-Cortez. Luego de que la independiente Oficina de Ética del Congreso (OCE) denunciara que la representante demócrata "podría" haber violado normas éticas por asistir a la MET Gala del 2021 y recibir sobornos ("obsequios no permitidos"), nuevos detalles revelan que AOC potencialmente violó las reglas de conducta adrede, coludiéndose con las autoridades del museo y representantes de Vogue para dejar todo en el ostracismo. Asimismo, el escándalo ha generado desencanto en sus aliados, con personas influyentes del Partido Demócrata criticándola ferozmente.
Tras la revelación del informe de la OCE, Nicole Gelinas publicó una columna para el New York Post aseverando que AOC "suplicó" asistir a la MET Gala a pesar de que sus asesores sabían que violaba potencialmente las normas éticas.
Gelinas denuncia que la congresista realmente quería ir al evento con su esposo, Riley Roberts, pero las entradas eran costosas ($35,000), entonces, para conseguirlo decidió que miembros de su equipo hicieran insinuaciones a alto ejecutivos de Vogue para asistir como invitada a la exclusiva gala.
"AOC se hizo con dos entradas gratuitas (tras muchas insinuaciones por parte de su personal de campaña) acercándose a Anna Wintour, de Vogue, que dirige este espectáculo para la Gala del Met. La invitación escrita de AOC le informaba específicamente de que ella y su novio eran 'invitados de Vogue'", denunció Gelinas. "Pequeño problema: los miembros del Congreso no pueden aceptar regalos de casi siete cifras de empresas que emplean a grupos de presión. Vogue forma parte de una extensa empresa de medios de comunicación, incluida la empresa propietaria de una gran parte de Spectrum, nuestro proveedor de Internet altamente regulado".
La situación, problemática y delicada, fue advertida por asesores de la propia AOC que especificaron que había que tener mucho cuidado con la asistencia de la congresista a la MET Gala, según los documentos de la investigación ética que recientemente se hicieron públicos.
"La congresista podría aceptar una invitación de [el Met], pero no de Vogue (...) Dado que Advance Publications es un grupo de presión registrado, ¡tendremos que tener mucho cuidado!", dijo un abogado anticorrupción de AOC.
Al día siguiente al evento, un empleado de Vogue se puso en contacto con el equipo de AOC advirtiéndole que reporteros estaban consultando por la asistencia de la congresista a la gala y preguntando si podían cambiar la invitación de la congresista a nombre de Anna Wintour.
"¡Espero que la congresista se lo pasara muy bien anoche! (...) hemos recibido varias preguntas (..) principalmente de Page Six (...) dado que fue invitada de Vogue, pensábamos decir (...) que fue invitada de Anna [Wintour] (...) quería comprobarlo contigo", se lee en el mensaje.
Por estos mensajes públicos, Gelinas denuncia en el New York Post que "AOC solicitó y consiguió un regalo de casi seis cifras de una entidad corporativa regulada, y luego se confabuló con la corporación y el museo para mentir sobre ello".
La situación de AOC se vuelve aún más delicada porque la OCE denuncia en su informe que, además de violar potencialmente las normas éticas por asistir a la gala, también habría recibido regalos indebidos porque solo empezó a pegar por la vestimenta y servicios relacionados al evento solo cuando inició la investigación ética en su contra.
La izquierda le suelta la mano
Habitualmente AOC es un blanco de críticas del conservadurismo, pero, en esta ocasión, a propósito de la polémica con la MET Gala y su vestido "Tax the Rich", hasta sus aliados están criticándola con dureza.
Es el caso de la estratega progresista Melissa DeRosa, ex directora estatal de Obama for America y secretaria del exgobernador de Nueva York Andrew Cuomo, quien escribió una columna para el Daily Beast titulada "El furor por el vestido de AOC en la Gala del Met demuestra por qué el público no confía en los políticos".
Allí DeRosa escribe que "En total, AOC, la abanderada de los Socialistas Demócratas de América, que de día denuncia el capitalismo, tuvo una velada de cuento de hadas de 80.000 dólares por la noche. Es decir, antes de que supuestamente estafara a todos los implicados en la factura".
"¿Se imaginan dónde estaría la máquina de indignación de Twitter si la zapatilla de cristal estuviera en el otro pie?", sentencia la estratega demócrata, demostrando que, esta vez, hasta la izquierda está indignada con la congresista más progresista del país.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.