Este miércoles, desde las 10:00 (ET), tres exejecutivos de Twitter involucrados en la supresión del reportaje del New York Post sobre la polémica laptop de Hunter Biden se encuentran compareciendo ante el Comité de Supervisión y Responsabilidad de la Cámara de Representantes mientras se someten a fuertes interrogatorios por parte de los congresistas republicanos.
Los testigos citados por los republicanos para las audiencias son Vijaya Gadde, exdirectora jurídico de Twitter señalada como la "censuradora en jefe" de la compañía; James Baker, exconsejero general adjunto de la plataforma; y Yoel Roth, exjefe de seguridad e integridad.
"Protección de la libertad de expresión frente a la injerencia del Gobierno y la parcialidad de las redes sociales, primera parte: el papel de Twitter en la supresión de la historia del portátil de los Biden", es el nombre de la audiencia en la Cámara Baja, cuya mayoría ahora es republicana.
Se trata de una investigación que fue prometida en campaña por parte del GOP y cuyo objetivo es ahondar en los negocios turbios de Hunter Biden en el extranjero, las potenciales relaciones con el presidente Biden y también el involucramiento de las Big Tech en cuanto a la moderación y supresión del contenido en torno a este tema.
En una declaración, emitida el pasado 2 de febrero, el presidente del comité, el congresista James Comer (R-KY), dijo que los americanos merecen respuestas sobre el caso de censura que sufrió el New York Post luego de publicar un reportaje exclusivo que reveló como el entonces candidato Joe Biden, a través de su primer hijo, había tenido contacto con directivos de la firma de gas ucraniana Burisma, empresa que estaba siendo investigada por un importante fiscal ucraniano que fue despedido tras presiones públicas del entonces vicepresidente demócrata.
Hunter Biden formó parte de la junta de Burisma ganando cientos de miles de dólares anuales. En 2014, cuando se unió al board de la empresa, ganó 1,2 millones de dólares.
"En el período previo a las elecciones presidenciales de 2020, Big Tech y el Pantano se confabularon para censurar la información sobre los turbios planes de negocios de la familia Biden. La comunidad de inteligencia de Estados Unidos y el FBI se comunicaron frecuentemente con Big Tech y aconsejaron a los ejecutivos de Twitter que cuestionaran la validez de cualquier historia de Hunter Biden, antes de que el New York Post informara al respecto. También sabemos que los miembros del equipo de censura de Twitter debatieron cómo podían justificar la limitación de la difusión de la historia. Llegaron a una política de la que incluso algunos de ellos dudaban", escribió Comer.
"Los americanos merecen respuestas sobre este ataque a la Primera Enmienda y por qué las Big Tech y el pantano se confabularon para censurar esta información sobre la familia Biden vendiendo el acceso con fines lucrativos. Habrá que rendir cuentas", añadió el representante republicano.
Aquel reportaje fue publicado en las semanas previas a las elecciones presidenciales de noviembre de 2020 desatando un escándalo político en torno a la familia de Joe Biden. Sin embargo, los medios liberales, sus verificadores de hechos y las principales compañías de redes sociales e Internet decidieron descalificar la historia del Post tachándola de "desinformación".
Con el tiempo, los medios y las propias compañías corrigieron su enfoque sobre la laptop abandonada por Hunter Biden, admitiendo la veracidad del contenido luego de que se hiciera pública la existencia de una investigación federal en curso.
Durante los interrogatorios de este miércoles, Gadde admitió que "Twitter no había apreciado completamente el impacto de esa política en la libertad de prensa (...) En retrospectiva, Twitter debería haber restablecido la cuenta del Post de inmediato".
El exconsejero Baker, en cambio, se defendió y dijo que "no estaba al tanto y ciertamente no me involucré en ninguna conspiración u otro esfuerzo para hacer algo poco ético, inapropiado o ilegal mientras estaba en Twitter. Punto".
"No actué ilegalmente (...) con respecto a la computadora portátil de Hunter Biden”, afirmó.
La periodista de investigación Miranda Devine, que publicó varios reportajes sobre la computadora de Hunter Biden, criticó las declaraciones de Baker acusándolo de limitar a propósito sus testimonios bajo acuerdos de confidencialidad a los que podía renunciar.
Recientemente, los abogados de Hunter Biden finalmente admitieron que la laptop es de pertenencia del hijo del presidente, pero se victimizaron y acusaron a diferentes voces republicanas de estar llevando adelante una campaña de desprestigio en contra del hijo del presidente.
La laptop fue abandonada por el propio Hunter Biden en una taller de reparaciones de Delaware. El dueño del taller esperó varios meses antes de entregar la computadora al FBI, no sin antes guardar una copia del disco duro que fue entregada a asesores directos del expresidente Donald Trump, incluido Rudy Giuliani, abogado personal del republicano.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.