El presidente, Joe Biden, y su homólogo brasileño, el socialista Luiz Inácio Lula da Silva, se reunirán este viernes en la Casa Blanca para hablar sobre el fortalecimiento de la democracia, el combate al cambio climático y la guerra en Ucrania.
Un funcionario de alto rango de la Administración Biden adelantó a la prensa algunos detalles de la agenda oficial del encuentro, previsto para las 15.50 hora local (20.50 GMT).
Será el primer cara a cara entre Biden y Lula como presidentes de sus respectivos países, aunque se conocen de cuando el demócrata fue vicepresidente con Barack Obama (2009-2017). Se vieron por primera vez en 2009 en un viaje que Biden hizo a Chile, detalló el funcionario.
Biden quiere desarrollar un "lazo personal" con Lula para dejarle claro la importancia que la relación con Brasil tiene para su Gobierno, afirmó la citada fuente.
Washington, desde que llegó el demócrata a la Casa Blanca, se había distanciado marcadamente del gigante sudamericano mientras estuvo liderado por el conservador Jair Bolsonaro, un prominente aliado de Trump que ahora permanece en Florida tras el triunfo de Lula.
Ahora, con el izquierdista en el Palacio de Planalto, Biden encuentra un aliado ideológico en temas sociales y, además, un mandatario con el que puede promover la narrativa a nivel global del "fomento de la democracia" luego de que manifestantes en Brasil tomaran las principales sedes del Estado brasileño en los primeros días de enero, una situación que fue equiparada por los medios liberales con los hechos del 6 de enero en el Capitolio.
Lula es conocido mundialmente por ser el fundador del extremista Foro de Sao Paulo y un gran aliado de las tiranías socialistas de la región, especialmente de Cuba y Venezuela.
En 2019, el ahora mandatario brasileño también fue condenado en su país por corrupción relacionada a la polémica Operación Lava Jato. Sus delitos fueron culpable corrupción pasiva y lavado de dinero.
Sin embargo, 580 días más tarde, en 2021, el Supremo Tribunal Federal (STF) revocó la condena arguyendo que a Lula no se le habían respetado sus derechos.
El Supremo brasileño ha sido denunciado por ser ideológicamente afín a la izquierda brasileña. Incluso medios como The New York Times, críticos del conservadurismo, han publicado artículos denunciando la extralimitación en sus facultades de la máxima instancia judicial del Brasil.
Según el funcionario de la Administración Biden, los dos presidentes hablarán sobre cómo fortalecer sus relaciones comerciales, al tiempo que "se respetan los derechos de los trabajadores y se promueve la lucha contra el cambio climático con especial atención a la Amazonía", informó EFE.
Una de las incógnitas es si Biden usará la visita con Lula para anunciar la que sería la primera contribución de EE.UU. al Fondo Amazonía, creado en 2009 para ayudar a combatir la deforestación del Amazonas y se financiaba principalmente con las aportaciones de Noruega y Alemania.
Noruega y Alemania congelaron sus aportaciones a ese fondo durante el Gobierno del expresidente Bolsonaro por diferencias ideológicas; pero han expresado su deseo de reanudarlas ya con Lula en el poder.
Lula y Biden también hablarán de la guerra de Ucrania, el tema sobre el que más diferencias tienen, ya que el brasileño no ha condenado explícitamente la invasión rusa y ha sugerido que Ucrania también tiene "parte de responsabilidad".
El mandatario brasileño, además, ha abogado por el diálogo y a finales de enero propuso crear un grupo -integrado entre otros por Estados Unidos, Alemania, Francia, Brasil, la India, China- para mediar en el conflicto.
Además de reunirse con Biden, Lula tiene previsto verse hoy con un aliado socialista, el senador demócrata Bernie Sanders, y con representantes del AFL-CIO, la central sindical más grande de Estados Unidos.
Emmanuel Rondón contribuyó con este reporte