Ron DeSantis es el fenómeno político del momento, su forma de liderar Florida —convirtiéndolo en uno de los estados más prósperos de la Unión y un bastión conservador para el GOP— lo posicionan como uno de los gobernadores más populares del país y también uno de los líderes republicanos más valorados en la opinión pública. Su más reciente logro habla por sí solo: mientras las grandes ciudades del país, especialmente las azules, atraviesan momentos difíciles en materia de seguridad, Florida logró bajar sus índices de criminalidad a registros mínimos desde hace décadas.
A finales de 2022, el Departamento de Cumplimiento de la Ley de Florida informó que la tasa de criminalidad del estado cayó un 8 % a partir de 2021, lo que representó 38.000 delitos menos denunciados. Barry Roberts, jefe de policía de Springfield, lejos de lanzar parafernalia por el número, comentó que lo importante era seguir trabajando para mantener esa tendencia: "Bueno, no vamos a reducir la velocidad, vamos a permanecer en nuestro juego, vamos a mantenernos al día con todas las nuevas tendencias en la aplicación de la ley".
No pasó ni un mes después de publicarse el informe cuando el gobernador DeSantis anunció medidas para buscar mantener la tendencia positiva en materia de seguridad, a través de una nueva propuesta de legislación sobre "ley y orden" lanzada el 26 de enero.
La propuesta de DeSantis incluye, entre otras medidas, sanciones más severas para los violadores de niños, evitar que los delincuentes sexuales sean liberados de forma anticipada de la cárcel y también una reforma al estatuto de pena de muerte de Florida. Asimismo, la propuesta dice que se deben aumentar las penas para los crímenes relacionados con drogas y que es necesario intensificar "las interdicciones de contrabando de personas".
"Otros estados ponen en peligro a sus ciudadanos facilitando que los delincuentes vuelvan a la calle. Aquí en Florida, continuaremos apoyando y promulgando políticas para proteger a nuestras comunidades y mantener seguros a los floridanos", dijo DeSantis sobre su propuesta. "Florida seguirá siendo el estado de la ley y el orden".
La propuesta también deja en claro que la administración republicana se opone a la eliminación de las fianzas en efectivo, una medida aplicada en estados o ciudades dirigidas por demócratas que ha provocado polémica debido a que muchas personas que cometieron delitos vuelven a la calles fácilmente impidiendo una correcta aplicación de la ley.
"También hemos, desde el principio en el estado de Florida, rechazado la idea de que te deshagas de cosas como la fianza en efectivo como hicieron en Nueva York, y como acaban de hacer recientemente en Illinois", dijo DeSantis sobre el asunto.
No es la primera medida que toma el gobernador republicano para apoyar el fortalecimiento de la seguridad en Florida. El año pasado, en abril, el gobernador lanzó una iniciativa llamada "Be a Florida Hero" buscando aumentar el reclutamiento y la ayuda para las fuerzas del orden en medio de una crisis general de escasez de agentes en la mayoría de los departamentos policiales del país.
La iniciativa implicaba dar una serie de beneficios e incentivos para atraer a Florida a los agentes que se sentían disconformes en otros estados y querían cambiar de aires. También impulsaba a que los propios floridanos estudiaran carreras relacionadas a la aplicación de la ley.
"Florida es el estado más favorable a la aplicación de la ley en la nación, y esta nueva ley es el ejemplo perfecto de cómo nuestros líderes respaldan a los uniformados", dijo, en su momento, la procuradora general del estado Ashley Moody. "Como esposa de un agente de la ley, es muy importante para mí que apoyemos a los valientes hombres y mujeres que juran proteger y servir. Esta ley hace eso y también impulsará los esfuerzos de reclutamiento de agentes de la ley a través de nuestra iniciativa Be A Florida Hero".
La medida es fundamental para intentar mantener un ecosistema de seguridad saludable, especialmente luego de las protestas violentas del verano del 2020, que afectó fuertemente la imagen publica y la moral de las fuerzas del orden provocando un éxodo masivo de los agentes en los principales departamentos de policía del país.
Es, de hecho, el caso de Nueva York, cuyas autoridades miran desesperadas como el crimen crece y sus agentes se retiran o renuncian a sus placas sin poder resolver el problema.
Recientemente, el Fondo de Pensiones de la Policía de la ciudad arrojó datos catastróficos: unos 1.955 agentes del Departamento de Policía de Nueva York se jubilaron en 2022 y otros 1.746 renunciaron. Solo en 2002 más policías se retiraron de la fuerza.
Patrick Lynch, presidente de la Asociación Benéfica de la Policía de la Ciudad de Nueva York (PBA), el sindicato más grande de toda la ciudad, dijo que las fuerzas del orden neoyorquinas atraviesan uno de los momentos más delicados en su historia reciente.
"El Departamento de Policía de Nueva York está jugando un juego peligroso al negarse a reconocer y abordar su crisis de reclutamiento y retención", dijo Lynch a Fox News Digital. "Los neoyorquinos están exigiendo más presencia policial en sus barrios y en el metro, pero simplemente no tenemos el personal para proporcionarla de manera consistente".
Según el PBA, ahora mismo, el déficit de agentes equivale a miles de puestos de trabajo y las autoridades no están tomándose en serio la situación obligando a los agentes que se mantienen en la fuerza a cumplir horas extras mal remuneradas.
Específicamente, 'La ciudad que nunca duerme' necesita "1200 nuevos empleados para alcanzar la plantilla presupuestada actual, o 2500 para volver a los niveles de dotación de personal de 2019". En cambio, Nueva York apenas consiguió 543 nuevos agentes, generando muchos problemas dentro del cuerpo policial.
"Pagar mal y hacer trabajar en exceso a los policías está dañando la seguridad pública. El momento de arreglarlo es AHORA", denunció el sindicato en Twitter
El grito desesperado del sindicato es lógico. Mientras las autoridades de Nueva York no consiguen, siquiera, completar el número de agentes necesarios para cumplir con el presupuesto anual, los crímenes graves en la ciudad alcanzaron su número más alto en 15 años.
"El año pasado se denunciaron en la Gran Manzana más de 170.000 delitos graves, la cifra más alta desde 2006, cuando la policía de Nueva York empezó a hacer públicas estas estadísticas", reportó el New York Post. "Los datos, publicados la semana pasada, muestran un récord de 172.852 delitos graves denunciados en 2022. Eso es un 20,4% más que en 2021, cuando se registraron 143.522 denuncias".
El éxito en seguridad de Florida en general, basado en gran medida en el enfoque de ley y orden de la Administración DeSantis, también contrasta diametralmente con la realidad de las principales ciudades demócratas del país.
Un estudio de WalletHub, "Cities with the Biggest Homicide Rate Problems", asegura que, de las ciudades más grandes del país, las que tienen tasas de homicidios más altas están dirigidas por demócratas. Se tratan de Atlanta, Baltimore, Detroit, Las Vegas y Kansas City, de Missouri.
Además, según el estudio, en las ciudades azules la probabilidad de morir a causa de un homicidio es mayor que las ciudades rojas por un margen de dos puntos y medio.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.