El origen exacto del COVID-19 sigue siendo un misterio. Sin embargo, ante la falta de evidencia precisa y la nula colaboración de Pekín para realizar investigaciones independientes, existen esfuerzos que intentan determinar cuál es la opción más sensata y probable del inicio de la pandemia. Uno de esos trabajos estuvo a cargo del exsenador republicano Richard Burr, cuyas investigaciones dieron lugar a un informe de más de 300 páginas que fue recientemente publicado y estableció que la pandemia pudo originarse de dos fugas de laboratorio en Wuhan en diferentes períodos de tiempo.
El informe, titulado "Aguas turbias: los orígenes del COVID-19", fue liderado por el senador Roger Marshall (R-Kan) —luego de que Burr dejara el cargo—, y escrito por el Dr. Robert Kadlec, cofundador del programa Operación Velocidad Warp; diversos consultores externos y una docena de asesores republicanos del Comité de Sanidad del Senado.
Marshall fue el encargado de publicar el lunes el informe y comentó que millones de personas pudieron salvarse de no haber sido por el encubrimiento inicial de la pandemia por parte del régimen chino.
"Este informe concluye que lo más probable es que se tratara de dos filtraciones [incluyendo] una filtración de laboratorio en el marco temporal de septiembre-octubre [de 2019], incluso ya en julio o agosto", dijo el senador a un selecto grupo de periodistas antes de la publicación del informe.
"Hemos concluido que [China] comenzó el desarrollo de la vacuna en noviembre de 2019. Y entonces otra filtración de laboratorio parece ser la explicación más sensata", explicó Marshall. "Hay puntos de datos clave que están siendo retenidos que podrían ayudarnos a probar eso".
El informe basa sus conclusiones principalmente en los problemas de bioseguridad de los laboratorios del epicentro en Wuhan y en factores observados en la naturaleza y la propagación temprana del virus. Según la investigación, la teoría de la fuga de laboratorio es mucho más sólida y comprobable que la teoría de la evolución natural, que en un principio fue mayormente acogida por la comunidad científica, pero que ha venido perdiendo fuerza a medida que no se consigue o detecta el huésped intermediario que sirvió como nexo para que el virus se propague entre los humanos.
Según la cronología del informe, China empezó a responder a la pandemia del COVID-19 con medidas sanitarias meses antes de que se informara al mundo sobre el virus, detallando que una primera fuga de laboratorio pudo haber pasado desapercibida por la comunidad internacional.
De hecho, según la investigación, el gigante asiático habría empezado a trabajar en la elaboración de una vacuna contra el coronavirus de Wuhan desde noviembre del 2019.
"Los análisis moleculares epidemiológicos y genéticos de las primeras cepas circulantes publicadas de Wuhan [COVID-19] apoyaron la posibilidad de dos eventos de propagación con dos o más semanas de diferencia", se lee en el informe.
"Esta evaluación se hizo basándose en diferencias genéticas menores en las primeras cepas circulantes, lo que sugiere que dos linajes del mismo virus pueden haber surgido simultáneamente y progresado por caminos diferentes o secuencialmente separados por algún periodo de tiempo. Un linaje mostraba más mutaciones que el otro, lo que implicaba que había circulado durante más tiempo que el otro o que potencialmente había pasado por más individuos".
"La preponderancia de la información confirma la verosimilitud de un incidente relacionado con la investigación que probablemente no fue intencionado como resultado de fallos en la contención de la bioseguridad durante la investigación relacionada con las vacunas", se lee en la conclusión del informe ampliado.
Sin embargo, el informe detalle que las conclusiones son circunstanciales y que las dos teorías principales evaluadas requieren de información clave que probablemente ya no se obtendrá o se conseguirá a través de labores de inteligencia.
El senador Burr, que dejó el cargo antes de que el informe se publicara, comentó en una declaración que el trabajo del Senado es "creíble y digno de ser incluido en el esfuerzo internacional para determinar cómo comenzó la pandemia, de modo que se puedan tomar medidas para prevenir, o mitigar, futuras pandemias".
El informe descarta la teoría de que la fuga de laboratorio fue intencional especificando que tiene las características de ser involuntaria.
A finales de febrero, diversos medios revelaron que el Departamento de Energía (DOE) se unió al FBI y determinaron que "muy probablemente" el COVID-19 surgió de una fuga de laboratorio en China, dividiendo las opiniones de las principales agencias de los Estados Unidos sobre el origen de la pandemia.
"La conclusión del Departamento de Energía es el resultado de nuevos datos de inteligencia y es significativa porque la agencia tiene una considerable experiencia científica y supervisa una red de laboratorios nacionales de EE.UU., algunos de los cuales llevan a cabo investigación biológica avanzada", apuntó el Wall Street Journal en un artículo exclusivo en ese momento.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.