Tras semanas de especulación y mucho ruido, es completamente oficial: James O’Keefe, fundador de Project Veritas, se retiró oficialmente de la organización de noticias conservadora luego de un fuerte conflicto con la directiva que involucró directamente a dos altos mandos.
Se trata, sin dudas, de una de las noticias del año con relación a medios de comunicación. Pues O'Keefe es la figura principal del Project Veritas, organización que había alcanzado su punto máximo de fama y notoriedad recientemente gracias a la gran exclusiva que expuso a la farmacéutica Pfizer y su supuesta participación en controvertidos experimentos de ganancia de función con la intención de manipular genéticamente al virus COVID-19.
Medios de alcance nacional, como The Washington Post, explican la versión de la actual directiva, que entró en disputa directa con O'Keefe por sus formas de recaudar fondos —situación que molestó a algunos donantes y aliados— y también por tratar de mala manera a algunos los empleados de la organización.
"Su salida se produce tras un conflicto interno que enfrentó a O'Keefe con dos de los ejecutivos del grupo: Barry Hinckley, director de estrategia, y Tom O'Hara, director financiero", se lee en el Post. "A principios de este mes, O'Keefe trató de destituir a Hinckley y O'Hara después de que éstos expresaran su preocupación por su enfoque de la recaudación de fondos y el trato al personal".
Sin embargo, aliados cercanos a O'Keefe explican una versión un tanto diferente, pues todo se trataría de una cruzada liderada por O'Hara y Hinckley justo en el mejor momento de la organización conservadora.
Según un denunciante, antes de ser despedido, Hinckley reclutó a 11 empleados de la compañía para que firmaran una extensa carta declarando a "O'Keefe un 'tirano borracho de poder' que presumiblemente se envió a la junta directiva del Project Veritas en un esfuerzo por expulsarlo de la empresa".
Dicho memorando, de 11 páginas, también acusaba a O'Keefe de ser una personas inestable, generar pánico dentro de las oficinas ante la paranoia de que hubiera un "topo" o incluso tener un "comportamiento errático" provocando preocupación entre los donantes.
Los aliados de O'Keefe dentro de la compañía rechazaron energéticamente las acusaciones contra su líder y fundador.
Ante estos esfuerzos, O'Keefe despidió tanto a Hinckley como a O'Hara acusándolos de insubordinación. Pero la junta directiva trajo de vuelta a ambos directivos tras celebrar una reunión de emergencia poniendo al fundador de la organización en licencia remunerada.
La junta dio un margen de tiempo para evaluar qué decisión tomar sobre O'Keefe y su futuro en Project Veritas.
O'Keefe, entonces, según el informe del WaPo, dio un ultimátum a la junta directiva, básicamente emplazando a los miembros para que despidieran a O'Hara y Hinckley o de lo contrario se retiraría de la organización.
En un extenso vídeo de 45 minutos, ahora difundido en redes sociales, O'Keefe comentó sobre el ultimátum a la directiva, denunció que la junta directiva rechazó su propuesta de disculparse ante el personal por su brusquedad y amenazó con formar la competencia de Project Veritas.
"Un exmiembro de la junta me dijo hace 10 años que Project Veritas nunca se detendrá desde afuera. Será solo porque nos detuvimos nosotros mismos (...) Nos encontramos en esa situación hoy, en la que me han despojado de mi autoridad como director ejecutivo", afirmó el fundador del proyecto quien aseguró, además, que “la misión continúa” pero “quizás tomará un nuevo nombre”.
"Me propusieron que me quedara hasta el día 20; ya es día 20", dijo sobre su ultimátum. "Pedí a la junta que dimitiera por su conducta, y no lo hicieron. Así que actualmente no tengo trabajo en Project Veritas. No tengo ningún puesto aquí por lo que ha hecho la junta".
Asimismo, el fundador del proyecto leyó en voz alta unas supuestas cartas de la junta que decían que había sido "suspendido indefinidamente de esta organización" mientras públicamente Project Veritas informó a sus seguidores que O'Keefe estaba de vacaciones.
Luego de que se reveló la salida de O'Keefe de Project Veritas, las redes sociales, especialmente Twitter, se llenaron de numerosos mensajes en apoyo al fundador de la organización y críticas contra la actual directiva.
También se creó un contador automático para seguir la perdida de seguidores en vivo del Project Veritas. En cuestión de horas, cientos de miles dejaron de seguir a la organización que todavía no realizó un comunicado público para hablar sobre la renuncia de su fundador y máxima figura.
Esta es una historia en desarrollo
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.
Emmanuel Rondón
Periodista y editor de Americano Media. Especializado en política americana, análisis de medios y deportes.