Madrid y Buenos Aires intercambiaron críticas el sábado después de que el ministro de Transporte español, Oscar Puente, sugiriera que el presidente argentino, Javier Milei, era un consumidor de drogas.
Durante una mesa redonda en Salamanca el viernes, Puente sugirió que Milei había ingerido «sustancias» durante la campaña electoral del año pasado.
La oficina de Milei emitió inmediatamente un comunicado en el que condenó los comentarios y apuntó contra el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez.
En el comunicado, la oficina de Milei dijo que Sánchez «ha puesto en riesgo a las mujeres españolas permitiendo la inmigración ilegal» y ha puesto en peligro la unidad de España al hacer tratos con los separatistas, mientras que aseguró que sus políticas socialistas trajeron «pobreza y muerte».
Esto provocó una respuesta del Ministerio de Asuntos Exteriores español, que dijo el sábado que los «términos infundados» del comunicado argentino «no se corresponden con las relaciones de dos países y pueblos hermanos».
Tras la elección de Milei, un libertario que asumió el cargo en diciembre, las relaciones entre Argentina y España, gobernada por una coalición de izquierda encabezada por el Partido Socialista de Sánchez, se han enfriado significativamente.
Milei ha apoyado públicamente al partido antiinmigración de extrema derecha español Vox.
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