Colombia celebra este domingo elecciones para alcaldías, gobernaciones, y otros cargos locales, y una de las principales es la de la alcaldía de Bogotá, el segundo cargo de elección popular más importante del país.
Se inscribieron nueve candidatos para la alcaldía de Bogotá, todos hombres, para reemplazar a la actual alcaldesa Claudia López, que dejará el cargo el próximo 31 de diciembre.
Los aspirantes, por orden de tarjetón, son: Jorge Vargas, excomandante de la Policía colombiana; Diego Molano, exministro de Defensa de Iván Duque; Rodrigo Lara, exsenador; Nicolás Ramos, líder juvenil; Carlos Galán, exsenador; Gustavo Bolívar, exsenador; Rafael Quintero, exconcejal de Bogotá; Daniel Oviedo, exdirector del DANE y Jorge Robledo, exsenador.
Más de 6 millones de personas están habilitadas para votar en Bogotá.
Por primera vez el alcalde podría ser elegido en una segunda vuelta si no obtiene el 40% o más de los votos., una normativa que empezó a regir este año tras lo sucedido en las elecciones de 2019, en las que los dos candidatos obtuvieron una votación con poca diferencia.
Según la última encuesta de la firma Invamer, divulgada el 25 de octubre, Carlos Galán lidera la intención de voto con 41,1%, seguido de Gustavo Bolívar con un 21,4% y en tercer lugar Juan Daniel Oviedo, con el 18,9%.
¿Quién es quién en las aspiraciones a la alcaldía de Bogotá?
Carlos Fernando Galán, quien aspira por tercera ocasión al cargo por el partido Nuevo Liberalismo, es uno de los principales críticos del presidente Gustavo Petro, su programa de gobierno se centra en devolverle la seguridad a la ciudad, que presenta una de las tasas más altas de crimen organizado.
Gustavo Bolívar, candidato por el Pacto Histórico, el partido de gobierno, fue senador por el mismo movimiento político y férreo defensor de las políticas del presidente Gustavo Petro, a quien acompañó de principio a fin en su campaña presidencial. Antes de llegar a la política fue un reconocido guionista de televisión. Ha dicho que su programa se centrará en el bilingüismo, un plan de alimentación escolar durante los 365 días del año y en subsidiar a madres cabeza de hogar desempleadas.
Juan Daniel Oviedo, quien ganó notoriedad en el plano político cuando llegó a la dirección del Departamento Administrativo Nacional de Estadística, DANE, en la presidencia del derechista Iván Duque (2018-2022), es candidato a la alcaldía por su movimiento «Con toda por Bogotá». Promete mejorar el tráfico de la ciudad, una de las más congestionadas del mundo, y contrarrestar los índices de delincuencia, uno de los puntos que mayor demanda los ciudadanos de la capital.
Diego Molano, exministro de Defensa, es el candidato del uribismo, la corriente política del expresidente Álvaro Uribe. Su principal propuesta está encaminada a mejorar la seguridad de la ciudad, y promete la construcción de una nueva cárcel para “poner tras las rejas a los delincuentes”.
Rodrigo Lara, candidato de centroderecha, fue senador de la República y llegó a la contienda electoral por firmas con su movimiento Liderazgo Amplio de Renovación Avanzada (LARA). Es hijo de Rodrigo Lara Bonilla, ministro de Justicia asesinado por el narcotraficante Pablo Escobar en 1984.
Jorge Enrique Robledo es un reconocido político y figura de la izquierda que estuvo por más de 20 años en el Senado colombiano, donde fue reconocido en múltiples ocasiones como uno de los mejores legisladores por su oposición a las políticas gubernamental de los expresidentes Álvaro Uribe y Juan Manuel Santos. Se lanzó por su partido Dignidad y Compromiso. Entre sus principales propuestas destaca sacar de la pobreza a más de dos millones de bogotanos. Además promete subsidiar el sistema de transporte público.
Jorge Luis Vargas, excomandante de la Policía colombiana, se lanzó por el partido de derecha Cambio Radical. Le dijo a la Voz de América que su principal política se centrará en la seguridad.
El listado lo completan Nicolás Ramos, un líder juvenil del movimiento Más Acciones, y Rafael Quintero, del Movimiento Alianza Democrática, dos candidatos desmarcados de la política tradicional que prometen acabar con la “dedocracia” en los cargos públicos de la ciudad y devolverle la “cultura ciudadana” a Bogotá.
