El Villarreal debutó en la Europa League con una derrota en el campo del Panathinaikos con goles de Ioannidis y Sporar (2-0)
El conjunto castellonense fue incapaz de generar peligro, ni con los suplentes que partieron de inicio ni con los revulsivos
El ‘efecto Pacheta‘ se diluye. En el segundo partido bajo la dirección de su nuevo entrenador, el Villarreal perdió en el campo del Panathinaikos (2-0). Inofensivo, tanto con los suplentes que partieron de inicio como con los titulares que salieron al rescate en la segunda parte, los ‘groguets’ sucumbieron ante la efectividad del equipo griego. Ioannis, antes del descanso, y Sporar, en el tramo final, marcaron los goles del cuadro heleno.
Al conjunto ‘groguet’ se le complicó la tarde a los 38 minutos. Favorecido por un rebote, Kotsiras se llevó la pelota ante Capoue y filtró un pase para Ioannidis, que picó la pelota con sutileza para superar la salida de Reina. Un castigo excesivo visto lo visto en un primer tiempo lento y sin apenas ocasiones de gol.
El Villarreal había ido de más a menos. Pese a los nueve cambios introducidos por Pacheta, que mantuvo a Capoue y Gabbia respecto al once que el domingo ganó al Almería, el equipo castellonense dispuso de la primera ocasión clara del encuentro. Morales condujo un contraataque desde el perfil izquierdo y cuando llegó al área pecó de egoísmo, disparando fuera en vez de asistir en el punto de penalti a dos compañeros que ya se relamían.
El susto apenas inquietó al Panathinaikos. El equipo ateniense llegaba a la cita impulsado por su buen arranque en el campeonato griego, donde ha ganado los tres partidos disputados sin encajar ningún gol, y aprovechó su primer remate a puerta para estrenar el marcador. Un revés que se sumó a la lesión de Denis Suárez, que sobre la media hora dejó su lugar en el campo a Pino.
Si el Villarreal irrumpió de forma prometedora tras el descanso, el Panathinaikos respondió con la misma medicina. El partido se abrió y, con más espacios, el cuadro griego pudo marcar el segundo, pero se topó con los reflejos de Reina. Descontento con lo que veía, Pacheta introdujo de una tacada a Parejo, Sorloth y Gerard Moreno sobre la hora de partido. Más tarde salió Baena.
Sin embargo, el carrusel de cambio no surgió ningún efecto. El equipo castellonense, incapaz de imponer su juego, encajó el revés definitivo en una acción aislada. Ante la permisividad de la zaga ‘grogueta’, Sporar superó a Reina con un zurdazo cruzado que pegó en el poste. Aun pudo ser peor el resultado, ya que al exespanyolista Vilhena se le escapó el tercer gol por un alfiler.
